¿Y qué si la vida es un regalo? ¿Nunca habéis devuelto un regalo? Se hace continuamente.
Creo que el amor de Astrid por mí no tiene nada que ver conmigo, salvo la proximidad: lugar equivocado, momento equivocado.
Me quiere como un hambriento quiere cualquier bazofia que le pongas delante. No se trata de un halago al cocinero sino un testimonio de su hambre.
Una parte del todo. Steve Toltz