Lo importante es esto: una civilización hipertécnica puede simular mil «falsas civilizaciones» por cada civilización «verdadera». Lo cual significa que, si tomamos al azar un «cerebro pensante», el mío, el suyo, existen 999 probabilidades sobre 1.000 de que sea un cerebro virtual y una sobre 1.000 de que sea un cerebro real. Dicho de otro modo: el «Pienso, luego existo» del Discurso del método de Descartes ha quedado obsoleto. Debería ser más bien: «Pienso, luego lo más seguro es que sea un programa informático».
La anomalía. Herve Teller