Si el castigo es proporcional a la ofensa, el poder se debilita.
En eso consiste el mito de que los dioses lanzan rayos cuando se blasfema.
Algo totalmente desproporcionado.
Es la desproporción lo que mantiene la ilusión de la autoridad, porque la lógica es incapaz de apuntalar el miedo. Las leyes y las condenas desproporcionadas sólo imperan cuando el régimen que las promulga quiere inspirar miedo. O cuando él mismo tiene miedo.
Los desnudos y los muertos. Norman Mailer.