Y en cuanto a los adultos... -Dejó de hablar y se frotó su pecosa nariz con un dedo-. Te voy a decir algo muy importante: por dentro, los adultos tampoco parecen adultos. Por fuera son grandes y desconsiderados, y siempre parece que saben lo que hacen. Pero por dentro, siguen siendo exactamente igual que han sido siempre. Como cuando tenían tu edad. La verdad es que los adultos no existen. Ni uno solo, en todo el mundo.
El océano al final del camino de Neil Gaiman (2013)