En esta vida hay dos clases de persona: las que cuando ven a un gordo corriendo en un parque se rien de él (mentalmente o en voz alta con un acompañante), y las que piensan "Bien por ti! Cuidarse es el camino... dale duro!"
El primer tipo es el más común. La ocasión es jugosa para inflar el ego, sentirse superior, o simplemente ejercitar la maldad.
El segundo tipo es menos común. Pero es el más inteligente.
Porque ejerciendo la bondad y aceptando las debilidades o carencias de los demás nos beneficiamos indirectamente a nosotros mismos. Porque la aceptación y la bondad inspiran confianza y paz. Y eso nos lleva a ser felices. Y también llevan a vivir en un mundo mejor.
El ego y la maldad nos dan placer momentaneo, pero también infelicidad a la larga. Porque todos somos humanos, y como tal tenemos imperfecciones y debilidades. Y cuando éstas se expongan ante otros como las del gordo que corre en un parque, no tendremos derecho a pedir comprensión y piedad. Sabemos que no las merecemos. Y con nuestro comportamiento infantil estamos creando un mundo cruel.
Yo solía ser del primer tipo de persona. Ahora trabajo para ser del segundo. Y vosotros... ¿de qué tipo sois, y quereis ser?