"Aquí le quitamos la vida a los animales solamente para obtener ganancias, no para divertirnos" dijo el gerente de la empresa. Una cámara de vigilancia captó el momento en donde un trabajador se ríe mientras realizaba el degüello. Según consta en la nota de los motivos del despido, dice que al reírse en ese instante lo convirtió en "asesino", por lo que también fue denunciado.
Los compañeros del empleado también lo criticaron. Explicaron que "es como cuando las mujeres van al ginecólogo, si él disfruta entonces es abuso sexual. Si es temporada de caza se puede disparar todo lo que quieras, pero ni se te ocurra cagar a balazos a un perro callejero porque tienen privilegios y sería crueldad. Ni aunque luego te lo comas con hambre te salvas de ir preso".
Hay cierta confusión en la interpretación de las leyes de protección animal y las del sector cárnico. Grupos animalistas sostienen que no se debería anteponer las ganas de comer carne de las personas a las vidas de los animales. Y además que "nadie les preguntó" a las vacas si querían proveer carne y leche. Organizaciones veganas están trabajando en un lenguaje para tratar de entender lo que quieren ellas.