Hezbolá ha nombrado a Achmed, el conocido "terrorista muerto", como su nuevo líder. La elección ha generado revuelo a nivel internacional, ya que su estatus como "muerto" plantea un desafío único para Israel, que no podría neutralizarlo mediante acciones militares tradicionales ni con buscas.
La figura de Achmed, famosa en la cultura popular como un personaje que "ya no puede morir", se ha convertido en un símbolo inesperado para la organización, que busca con esta elección enviar un mensaje desafiante a sus adversarios. De este modo , Hezbolá complica la táctica habitual de Israel de eliminar a los cabecillas del grupo mediante ataques dirigidos.