El Alto Mando del Ejército Ruso ha autorizado esta mañana el ataque a cabezas de ganado en el este de Siria tras reunirse de forma extraordinaria con el ejecutivo del gobierno tras la muerte el pasado lunes de una soldado rusa durante los bombardeos de los enclaves jihadistas en las cercanías de Palmira, al ser derribada la nave que pilotaba —por un Javelin USA-704 de procedencia desconocida— desde uno de los puestos de combate que el Estado Islámico mantiene a lo largo del país.
La muerte de la soldado ha caído como un jarro de agua fría sobre la opinión pública rusa, que hasta ahora aprobaba las acciones militares de su país siempre y cuando se tratasen de objetivos terroristas y no se produciesen bajas civiles locales. "Hay que atacarles donde más les duele, basta ya de medias tintas", era uno de los comentarios más comunes en la red social VKontakte.
Y es que la pérdida de Ekaterina Vodkanova, madre de cuatro hijos y nieta de uno de los ingenieros del cohete N1 tras la muerte de Sergei Korolev "ha sido como arrancar un ángel de los brazos de la madre patria". Según sus vecinos, Ekaterina (o Katyuska, como la solían llamar), era una mujer modelo: "llevaba a sus hijos al colegio en un Lada Niva de color rojo y les solía llevar al parque para darles de comer a los osos cada vez que podía, quitaba la nieve de la calle con una pala con la cara de Lenin y hacía comentarios homófobos en la cola del cajero a la hora de hacer la compra", han corroborado varias fuentes fidedignas como RT.com.
"Es la hora de empezar con la guerra psicológica", declaraba uno de los oficiales al mando. "Al principio pensamos en bombardear los campos de entrenamiento que los yihadistas tienen para niños, pero pensamos que si bombardeábamos a los jóvenes, en el futuro no tendríamos nada que bombardear". "Después pensamos en lanzar bombas sobre sus esposas, pero se tornaba tarea harto complicada ya que por la forma en la que visten no sabíamos si lo que bombardeábamos era una mujer, una manta mal tendida o una bolsa de la basura", añadió otro de ellos. "Al final nos decidimos por las cabras ya que es un animal altamente apreciado por esos hombres".
De momento ya se ha producido un bombardeo en la localidad de Alepo, e inmediatamente se presenciaron escenas de extremo dolor. Varios periodistas han afirmado ver decapitaciones en masa entre los propios miembros de ISIS, presuntamente por haber infringido la Sharia tras recurrir a la homosexualidad en los instantes siguientes al ataque.
Sin embargo, el marido de la soldado Vodkanova no encuentra consuelo tras estas acciones. "Echo de menos cuando, por la noche, nos sentábamos juntos en el sofá y editábamos videos de accidentes de tráfico. Mi suegra, mis hijos, yo... hasta las alfombras de las paredes lloramos su pérdida".