Millones y millones de personas (cienes y cienes según la Delegación del Gobierno), de todas las edades y condiciones, se han manifestado en la mayoría de los municipios españoles en protesta por el terrorismo yihadista. El desencadenante ha sido la suspensión del partido amistoso que debería haberse celebrado entre Bélgica y España.
"Esto es indignante", se ha quedado amargamente uno de los asistentes a la histórica concentración, "¿Qué voy a hacer si no juega la selección? Seguro que mi mujer se empeña en que aproveche el tiempo libre para hablar con ella".
Los manifestantes han pedido pedido a los terroristas por Dios, por Alá, o por quién más gusto les de, que dejen de cometer atentados, al menos en los días previos a la celebración de partidos importantes. "Menos atentados y más punterazos", ha sido el lema más coreado durante la jornada.