Todo el que ha dormido en pareja, sabe que, por más grande que sean las sabanas, siempre habrá dificultades para taparse, sobre todo para el hombre. La única solución que existe, es disponer de unas sabanas más grandes, aunque no es garantía de estar cubierto y es posible de que terminemos pasando frio. Las sabanas, mantas y demás elementos para cubrirse y resguardarse tienen unas dimensiones limitadas, bueno, al parecer, no siempre. Hemos conocido estos días que Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, intento tapar el caso de su ático en Marbella, además, también Enrique Cerezo, intento también tapar ese caso. No es ni mucho menos el único caso dado en los últimos de intentar tapar casos de corrupción, bueno, supuestamente casos de corrupción, aplicaremos la presunción de inocencia, no sea caso.
Es curioso como una sabana no puede taparte apenas en una noche durmiendo con la pareja, pero la sabana mágica de los partidos, podría llegar a ser capaz de tapar casos bastante jodidos. No sé si es la Sabana Santa, la capa mágica de Harry Potter o yo que sé, pero vamos, tener una sabana mágica, capaz de tapar casos de corrupción o que casi lo consigue, es muy fuerte.
Irónico es el tema cuanto menos. Se consigue manipular, en algunos casos, los medios o algunos medios afines, para que tapen o hagan un paso superficial por estos casos, incluso, los protagonistas, en estos medios afines, dan voz a los corruptos y malversadores (presuntos), para que puedan ir a explicarse. Estos medios se dedican a sacar acusaciones de los rivales, con el fin de tapar las vergüenzas de los que mandan y que piden ayuda, inventándose cosas y así, haciendo quedar como malos a los que igual, no son tan malos. No son todos os medios los que podríamos decir, encargados de manipular y ocultar información, podríamos hablar de uno o dos muy concretos, pero sí que hay muchos, que se dedican a jugar y montar cosas, que igual no son del todo ciertas.
Lejos de todo esto, el PP y el PSOE se han dedicado a oscurecer y tapar todos los casos que han ido ocurriendo, como son el Caso Bárcenas, el Caso Noos, el Caso Brugal, el Caso Pokemon, la Trama Gürtel, el Caso de los ERE en Andalucía y así, la lista es terna. Dejo a Cataluña a un lado, porque allí los casos salpican a los partidos ‘locales’, como son las ITV o el dinero de la familia Pujol, del que nadie sabe nada y que nadie sabe las vueltas que ha dado y de dónde ha salido. Sinceramente, que se trate de tapar mediáticamente, para que no salpique al político de turno y demás, es cuanto menos, vergonzoso. Si se da un caso de las magnitudes citadas, como mínimo, deberían ser tajantes y ayudar a la justicia a desentramar estos casos, aunque, la teoría o lo que interesaría está muy bien, pero la realidad es que los casos, aunque se traten de acotar y dejar en casos puntuales, que solo afectan a unos pocos, realmente son casos tan ramificados que llegan hasta las cúpulas, aunque, es casi imposible demostrarlo todo, porque siempre es dinero que llega de aquellas maneras o en sobres opacos con percepción en simulación de diferido.
Ignacio González, ayer remato la desfachatez, no cubriendo el caso con una sabana mágica, sino que en este caso puso una cortina, desdiciéndose. Salió diciendo que unos policías trataron de hacerle chantaje con la intención de ocultar el caso, si les daba no se qué o hacia algún favor o alguna historia así. Curioso que cuando salió el caso, dijera que él no sabía nada. Todo esto tiene unos tintes de estupidez y absurdo que no se lo acaba nadie. Parece un relato malo, cuasi cómico, de una sociedad utópica con unas elites oligárquicas que hacen y deshacen a su gusto y según sus únicos intereses.
Por cierto, Celia Villalobos busca nuevo juego para su tablet, que ya se ha pasado el Frozen Free Falls (o como se diga)