Apenas si tengo tiempo para nada, desde que me saco dos títulos de manera simultánea, pero, los ratos que tengo o más bien, los que estoy en casa, pongo la tele, más que para verla ininterrumpidamente, la pongo mientras estoy en mi equipo, leyendo cosas por la red, contestando mails y demás historias. Salto entre La Sexta y Discovery Max, sobre todo veo esta última, ya que la programación es la más interesante, al menos, para mí. No sé qué tiene esta cadena, pero tiene algo. Quizá es que está muy centrada en el documental y el entretenimiento de calidad, con programas que son realmente espectaculares. Ahora bien, el planteamiento que traigo o la idea que me os quiero lanzar, para analizar, parte de un documental que estoy viendo sobre el ‘Megalodon’.
Quien desconozca que es un Megalodon, algo bastante normal, ya que es un tiburón gigante, que teóricamente esta o estaba extinto. Digo teóricamente y estaba, porque en el documental plantean la posibilidad de que realmente este pedazo de bicho marino, siga vivo en nuestros días. ¿Os imagináis un tiburón gigante de más de 20 metros? Sinceramente, si ya acojona ver un tiburón de 1-2 metros, toparte con uno de 20 metros en alta mar, da cosa. Parece ser que estaría vivo, ya que hay indicios de actividad de este monstruo marino. Parece ser que logro hundir un barco de unos 25 metros de eslora y parece ser que han encontrado una ballena, a la que le faltaba toda la cola, la cual, parecía haber sido arrancada de tan solo un mordisco. No tengo mucha idea de fauna marina y no tengo idea alguna de si realmente siguen habiendo animales de esta índole en el mar, pero que exista una remota posibilidad, es increíble.
Han teorizado sobre movimientos sísmicos en el mar y algunas grandes tormentas a nivel mundial, que habrían afectado de manera significativa a los peces, cambiando sus costumbres y volviendo a algunos agresivos o más agresivos de lo normal, con lo cual, el riesgo parece latente. Además, han aparecido especies que se creían extintas en los últimos años, como el calamar gigante o craqueen, que según se creía, estaba extinto. Tenemos que tener en cuenta, que por un lado, está el interés científico de conocer cómo se comportaban estos animales y la posibilidad de estudiarles y saber cómo han conseguido evolucionar o llegar a tener esas aberrantes dimensiones y por otro lado está el peligro de ataques a naves turísticas o de recreo, causando muertes. Tenemos que tener en cuenta además, que este depredador es muy silencioso, muy sigiloso y ni los peces que lo rodean, muchas veces, son capaces de detectarlo.
Termina este documental con una gran incógnita. Preparan una encerrona para este animal, este supuesto Megalodon que seguían. Fabrican una falsa ballena y crean una mancha de unos ocho kilómetros de carnaza con la intención de marcarlo y grabarlo. Algo parece que obtienen, aunque no se sabe el que, ya que la falsa ballena desaparece, a dos de los investigadores, que estaban en una jaula contra tiburones, algo les roza y les desestabiliza y uno de ellos, logra dispararle una radiobaliza, pero la grabación no indica nada. Lo curioso es que este animal baja hasta más de 1800 metros. No se sabe al final que era, pero desde luego, se te queda un mal cuerpo importante, ya que si realmente graban al Megalodon, da un miedo terrible, pensar que hay algo en el mar, que puede hundir un barco sin problemas.
Si alguno esta interesado, el documental es ‘La leyenda del Megalodon’