Esta noche me encontré con el ex rey, el Juan Carlos, y le eché una bronca: que ya podía leerle la cartilla al niño (al Felipe), que menuda educación, que al fin y al cabo le pagamos, y mucho, para mantener una neutralidad política, y si no está contento con el gobierno, pues ajo y agua, tiene que disimular y comerse la pataleta.
Me doy mucho asco por haber soñado con esta gentuza.