Ah!, la democracia… esa, la de Begoña Villacís

A los abogados de Atocha los mataron por rojos o por azules, por discrepar o por callar, porque las balas de los asesinos iban demasiado rápido, quizá, no se sabe. Al menos Begoña no lo sabe. Tiene serias dudas que alteran su sintaxis y su ortografía. Si uno lee este tuit con detenimiento parece que lo ha escrito una completa imbécil. Pero no. No es eso. Begoña es una abogada brillante. Un ejemplo de la juventud honesta y sensata con la que el ciudadano Albert quiere regenerar la democracia española.

Ah, la democracia.

Sorprende, eso sí, que la brillante Begoña desconozca que las víctimas de Atocha eran abogados laboralistas del Partido Comunista y de Comisiones Obreras. Defendían los derechos de la clase trabajadora en un momento en que para eso había que jugarse el pellejo cada día. Eran rojos, Begoña. Rojos.

Sorprende, también, que la brillante Begoña no haya reparado en que su rival, la alcaldesa Manuela Carmena, trabajaba por entonces en ese mismo bufete. Se salvó gracias a que un compañero, Luis Javier Benavides, le cambió su despacho para una reunión.

Sorprende, también, que la brillante Begoña ignore que los asesinos eran pistoleros franquistas vinculados a la Falange y a la mafia del Sindicato Vertical. Actuaron con total impunidad -eso pensaban- porque tenían el apoyo de ciertos sectores de la policía y los servicios secretos del gobierno. El juez instructor del caso se cuidó de que no se investigaran semejantes conexiones.

Sorprende, también, que la brillante Begoña no esté al tanto de que ese mismo juez instructor, hombre magnánimo, concedió un permiso a uno de los pistoleros, Fernando Lerdo (sic) de Tejada. Huyó de España y no se ha vuelto a saber de él. Curiosamente el fugitivo era amigo de Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva.

Sorprende, también, que la brillante Begoña no esté informada de que los asesinos se presentaron en el juicio con camisas azules. Sí, Begoña. Azules.

Sorprende, también, que la brillante Begoña no sepa que en la matanza participó Carlo Cicuttini, un fascista italiano relacionado con la Operación Gladio. Nunca fue procesado. Entre otras cosas porque unos años más tarde el secretario de estado de Felipe González, Rafael Vera, impidió su extradición a Italia.

Ah, la democracia.

A uno le sorprenden tantas cosas que hasta puede pensar que la brillante Begoña está falseando la historia de España para blanquear a los asesinos, esbirros de la derecha golpista a la que su partido, el partido del ciudadado Albert, se niega a condenar o condena con la boca pequeña porque, ya se sabe, remover el pasado causa tensiones innecesarias. ¿Para qué demonios queremos conocer la historia si vivimos en democracia?

Ah, la democracia.

PD: En la matanza del número 55 de la calle Atocha murieron los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo, el estudiante de derecho Serafín Holgado y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia, Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos y Dolores González. Esta última estaba embarazada. Las balas le atravesaron el vientre y perdió a su hijo.

Autor del texto: Daniel D. García

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Enlaces y fotografías: egotuussum.com/2016/01/26/ah-la-democracia-esa-la-de-begona-villacis/