Como consecuencia de ello, los jóvenes estudiantes se han visto privados de su educación y de otros beneficios vitales que ofrecen las escuelas. Al tiempo que insta a los gobiernos a reabrir las escuelas lo antes posible, UNICEF ha inaugurado hoy la exposición “No hay tiempo que perder”, un reloj que marca las horas de aprendizaje perdidas, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.