Sobre el software en nuestros dispositivos

Es una obviedad que las empresas que fabrican smartphones (todas, sin excepción) cometen dejación de funciones a la hora de mantener el software de sus dispositivos suficientemente actualizado para asegurar la seguridad de nuestros datos.

Sin embargo, los consumidores no nos quejamos lo suficiente al respecto, y deberíamos; tanto por nuestros bolsillos, como por el medio ambiente. Algunas compañías llegan a ofrecer 3 años de actualizaciones (insuficiente a todas luces), pero no todas, y desde luego no están obligadas por ley a proveerlas. Por otro lado, ninguna ofrece actualizaciones extendidas (pagando) a 4, 5, o más años, simplemente ese servicio no existe.

Está claro que hasta hace muy poco, incluso habiendo esta posibilidad, muchas personas habrían seguido prefiriendo comprar un smartphone nuevo cada cierto tiempo, había motivos claros: los procesadores móviles han mejorado muchísimo, las baterías han aumentado su capacidad de forma considerable, el almacenamiento disponible también ha crecido notablemente, las lentes y sensores fotográficos ofrecen resultados cada vez más profesionales... Aunque esto ya no es así, sigue habiendo mejoras marginales, pero no parecen ser suficientes para justificar ciertos desembolsos.

Mantener una demanda elevada (y por tanto consumo elevado) tampoco es una excusa aceptable. En primer lugar, el consumo no es el motor ni de la economía ni de los procesos de crecimiento, al menos en el medio y largo plazo (y sobretodo si hablamos de bienes y servicios no esenciales); lo son el tamaño de la población, el ahorro (inversión) y la innovación (en.wikipedia.org/wiki/Economic_growth). Por otro lado, el crecimiento económico no tiene por qué estar estrictamente ligado al aumento del consumo material y energético, se puede crecer generando conocimiento, optimizando, y ofreciendo servicios (entre los que podríamos tener reparaciones, y/o actualizaciones de software).

Como ciudadanos deberíamos reivindicar leyes más estrictas para alargar la vida útil de nuestros dispositivos, proteger el medio ambiente y liberar recursos económicos para otros usos más productivos. No creo estar pidiendo demasiado, 3 años para actualizaciones gratuitas y un mínimo de 5 para soporte extendido (con la posibilidad de cobrar por él) es un chiste, pero seguiría siendo mucho más de lo que tenemos asegurado a día de hoy. Soy un gradualista y no suelo creer en reformas radicales, hay que empezar por alguna parte evitando en la medida de lo posible generar reacciones adversas que lo puedan echar todo al traste.

¿Y vosotros qué opináis? ¿Les damos un poco más la brasa a nuestros políticos con el tema... o nos olvidamos?