Este artículo es una queja personal sobre el funcionamiento y el trato de Renfe, como viajero y sufridor habitual de su servicio de trenes.
El martes 23 de junio tenía reservado un viaje corto de los que volvemos a poder realizar una vez recuperada la movilidad. De Castellón a Tarragona en tren.
Mi Talgo "Torre del Oro" tenía hora prevista de salida a las 17:07 en Castellón y llegada a las 18:41 a Tarragona. Este tren sale desde Sevilla a las 8:35 de la mañana por lo que es habitual que lleve retraso y este martes el retraso era de 45 minutos.
Como la aplicación oficial de Renfe hace meses que no informa de los retrasos en los viajes comprados, tengo instalada en mi móvil la aplicación de Adif que sí que da esa información. Entro en la app y además del retraso, veo que el tren no para en Tarragona como dice mi billete, sino en la estación de Camp de Tarragona, una estación en mitad de ninguna parte, a 13 kilómetros (15 minutos en coche) de la estación de Tarragona ciudad.
Qué raro, pienso. Mi billete es a Tarragona, los paneles de información dicen que paramos en Tarragona y, sin embargo, la app del gestor de infraestructuras ferroviarias dice que paramos en otra estación.
Así que me acerco a la empleada de Renfe que se encarga de comprobar los billetes antes de subir al tren y le pregunto directamente: "Disculpe, el próximo tren ¿para en Tarragona o en la estación del Camp?"
Cara de descomposición, como si le hubiera preguntado por el próximo eclipse lunar: "Pues.. No sabría decirle, creo que para en Tarragona. ¿O era en Camp?" Aquí no sé si estaba hablando sola o con un diablillo morado invisible posado en su hombro. "Un momento y te lo consulto."
Y ese momento nunca llegó, la duda quedó en el aire sin respuesta. El tren llegaba con 50 minutos de retraso y en el luminoso que anunciaba las paradas seguía informando de que el tren paraba en Tarragona.
Subo al tren, ocupo mi asiento y todavía no sé dónde paro. Me acabo de subir a un tren que no sé dónde me va a dejar, pero resulta que mi situación todavía podía ser peor. No por mí, sino por otros pasajeros andaluces que iban en el mismo vagón.
El viaje dura poco más de hora y media, pero al pasar alrededor de media hora escucho bullicio y quejas unas cuantas filas detrás. Un grupo de cinco personas que estaban protestando al revisor. Pongo la oreja y me entero del fregao. Resulta que el tren que debía parar en Tarragona, en Vilanova i la Geltrú y en Barcelona, excepcionalmente iba a desviarse por la vía del AVE. Así que los viajeros que íbamos a Tarragona nos tendríamos que bajar en Camp de Tarragona y luego coger un autobús que en unos 20 minutos nos dejaría en Tarragona ciudad. Pero, ay, los pasajeros que querían parar en Vilanova i la Geltrú no les iba a llevar nadie, que se cogieran un cercanías en Barcelona, que les salía gratis. Esa parada en Vilanova quedaba suprimida y les estaba informando en esos momentos. Es decir, además de los 60 minutos de retraso, unos pasajeros que habían salido a las 8:35 de la mañana desde Sevilla, tenían que llegar a Barcelona y luego cogerse un Cercanías por sus propios medios para acabar llegando a Vilanova con seguramente más de 2 horas de retraso.
Por fin pasadas las 19:35 llegaba a Camp de Tarragona, todavía tenía que coger un bus que nos llevaría a Tarragona ciudad con lo que mi llegada a destino fue después de las 8 de la tarde. Con un retraso de más de una hora.
Así que hoy me conecto a la web de Renfe para solicitar la indemnización, un intercity, más de 60 minutos y menos de 90, según sus condiciones conlleva una indemnización del 50% del coste del billete. Pues no. En la web dice que por ese retraso no hay derecho a indemnización
Como no lo entiendo, llamo por teléfono para poner una reclamación y que me lo explique alguien a ver si es un error. Pues no, no es un error. Al otro lado del teléfono una teleoperadora me informa que si nos han llevado a destino en autobús no se puede solicitar la indemnización por web, que hay que hacerlo presencialmente en una estación. Y tengo un plazo de tres meses para solicitar esa indemnización. Y si no voy a una estación, pierdo la indemnización.
Así que ésta sigue siendo la normalidad en Renfe. Empleados que no saben las paradas de un tren, información falsa en las pantallas, retrasos de más de una hora en los trenes, revisores que comunican a los pasajeros que se han suprimido paradas cuando estamos a punto de llegar a otro destino, pasajeros que son abandonados en otra ciudad para que cojan un cercanías a su destino original, imposibilidad de solicitar indemnización a través de la web si te han metido en un autobús para finalizar el viaje.
Renfe, calidad, compromiso de puntualidad, rapidez y comodidad. JA.