España siempre se ahorra mil millones de euros de Aragón. Mil millones de euros de Teruel.
Los partidos tu(r)nantes hurtan los fondos europeos a Teruel. Los partidos son un único partido que se turna para esquilmar a Teruel.
En la etapa anterior el gobierno devolvió a Aragón unos millones en forma de edificios ruinosos para no pagar en metálico. Y Aragón, el gobierno anterior, aceptó esa rémora. Fue un hito.
La esencia de Aragón es no cobrar jamás. Las carreteras aragonesas, cuando llegan a las fronteras, mejoran. Se vuelven autovías.
Las vías férreas aragonesas aprovechan los remaches que sobraron de hacer el Canfranc, que ya de nuevo era de segunda mano.
Aragón sufre en silencio estas desafecciones rituales del partido que gobierna, que es siempre el mismo en lo que respecta a esta tierra.
La primera misión tras ganar unas elecciones es hundir a Teruel, pulverizar a Huesca, anular Zaragoza. La penúltima jugada ha sido blindar el campo de maniobras de San Gregorio, un tercio del término municipal de Zaragoza.
San Gregorio ha sido aforado. Lo han declarado ZEPA (zona de especial protección para aviones) para que se puedan tirar bombas más gordas y que las ovejas no puedan protestar si les chamuscan la lana.
La rasa aragonesa, bombardeada gratis.
Con el aforamiento del campo de tiro se podrán ampliar los márgenes a discreción, al menos hasta Cataluña.
Si se escapa un misil todo el monte será orégano. Estos campos inmensos se valoran en la OTAN por lo ha gusto que se dispara.
Aragón exporta campos de entrenamiento militar, que es un producto o servicio como otro cualquiera (mejor que muchos, un producto y servicio escaso y excelente), pero gratis.
Se podría cobrar una comisión de un céntimo por bomba. Un algo. Lo mismo ha ocurrido con los embalses: si de cada kilovatio se quedara uno en Aragón ya tendríamos para afeitarnos y depilarnos gratis.
Si Aragón hubiera tenido gobierno menos subordinado a sus partidos, el déficit que nos aflije sería menor. El gobierno aragonés avisa que va a llevar a España a los tribunales por varios conceptos.
Cada mes, una demanda.
-Mariano Gistaín Vidal-