Aviso: el artículo no trata sobre sucesos relacionados con la monarquía.
Llevamos treinta años detenidos. Pongamos los cambios que acontecen entre 1890 y 1920. Pueden abrir la Wikipedia, es apabullante: en política, en costumbres, en modas, en arte, en ciencia y tecnología. Durante esos años, como un siglo antes y durante todo el siglo XX tuvimos a gente experimentando filosofías de vida diferentes, estéticas distintas, innovando con tecnologías revolucionarias y matándose a mansalva por IDEAS. No todo el mundo mataba para controlar el tráfico de drogas de un barrio en Sinaloa o el tráfico de petroleo por Siria. ¿Qué gente mata por ideales hoy en día? los del Isis y algún defensor de la "civilización cristiana". En el siglo XXI la gente mata por ideas de hace miles de años. Lo más políticamente "revolucionario" que ha dado este siglo ha sido el islamismo salafista. No sólo nos detuvimos, en muchos aspectos hemos vuelto a épocas muy anteriores a la modernidad. Hemos vuelto a matarnos mal.
No es difícil distinguir una película de finales del XIX de otra de los años veinte del siglo XX. Estos cambios se pueden percibir claramente durante todo el cine del siglo XX, y en todo el arte del siglo. El siglo XX, como el XIX o el XVIII, cambian a ojos vista. Pero desde mediados de los noventa es complicado saber "a ojo" de cuando es una película o una serie, tanto es así que durante muchos años sólo tuvimos los teléfonos móviles para datación rápida. Si los personajes sacaban la antenita de su teléfono, y éste tenía la pantalla verde o una tapita, casi podías atinar el año de su producción. Ahora vuelve a ser complicado datar las películas porque los "teléfonos" son tabletas pero las personas y sus entornos siguen como en los años noventa. Para mi el siglo XXI comienza a mediados de los noventa, y ahí se quedó. Por ejemplo, una serie como Friends puede ser de hoy mismo en cuanto a costumbres, moda, ideas, situaciones, etc. Hay que ser muy woke para pillar "diferencias culturales" (ideas, conductas, tropos y tics del momento, etc) que también te vas a encontrar en series nuevas, porque las series recientes tampoco tienen mucho de nuevo. Uno ve una película de los años ochenta y dice: bueno, ha envejecido bien, o mal. Ahora a los cinco minutos de visionado de un estreno ya esta uno comiéndose el brazo de la butaca sabiendo que lo que esta viendo ha envejecido fatal. Antes las cosas envejecían, a partir de los noventa casi todo salió viejo. Pero no es porque fuera viejo, es porque nos detuvimos. Lo único que no se ha detenido, y que acelera cada vez más y más rápido hacia no se sabe dónde es la tecnología, eso y la degradación de nuestro medio. Así que solo vamos a cambiar por las tecnologías, las que nos pillen desprevenidos (y nos van a pillar a lo bestia), y las que respondan a las hecatombes del medio.
Una fuente y sus tecnologías determinó los medios de producción y los medios de comunicación que a su vez determinaron el estilo de vida y el congelamiento cultural. Con la caída de la URSS las democracias liberales decidieron dejar de generar movimientos contraculturales #2. Ese "estado de fin de la historia" que surgió de la "Era Reagan" podría haber seguido dando vueltas por el planeta con avioncillos y coches térmicos durante otros cuatro mil años si hubiera contado con dinosaurios baratos reemplazando constantemente a los que quemamos, y también con un planeta benevolente que dejara todas las partículas en su sitio cuando vamos de un lugar a otro y que expulsara por un tubito al espacio nuestros gases. Esta tendencia a estar quietos paraos cuando nos quedamos agarrados sorbiendo de una fuente de energía estable cual garrapatas planetarias podría tener un nombre relacionado con el antiguo Egipto, porque con toda la variedad y complejidad de su historia (fusione este dios griego con este otro, póngame la cabeza de este pájaro en este otro dios romano) Egipto mantuvo su ethos característico durante miles de años, y fue culpa de el Nilo ¿Cuanto tiempo le queda a nuestro Nilo? Creo que poco, y me parece bien, aburren estos eternos noventa.