Cuando está correctamente ejecutado, un buen diseño de envase puede ser tan bueno o incluso mejor que el producto para el que está destinado. Un diseño brillante a menudo considera la estética, la seguridad y hasta la reutilización así como refuerza la imagen de marca dándole mayor credibilidad. Algunos de estos envases pueden servir como objetos útiles o como herramientas de marketing memorables.