El científico estadounidense investiga el mecanismo de acción de una molécula antitumoral,la rapamicina, que promete alargar la vida de los seres humanos. También se utiliza en diferentes patologías relacionadas con el sistema inmunitario...

La principal maravilla que ha dado la chilena Isla de Pascua no han sido sus moáis, sino una molécula: la rapamicina, aislada de las bacterias de su suelo en 1972. La rapamicina es un presunto santo grial: alarga la vida de ratones, moscas y gusanos, y previene enfermedades asociadas al envejecimiento, como el cáncer, en roedores, perros, monos e incluso humanos. Hoy, su dos descubridores, Michael Hall y David Sabatini, han sido galardonados con el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, dotado con 400.000 euros

Cada día, transplantados de todo el mundo toman un medicamento llamado rapamicina para evitar que su sistema inmune rechace un nuevo riñón o corazón. Una investigación reciente sugiere que este medicamento podría ayudar a potenciar el efecto de las terapias inmunitarias contra los tumores cerebrales, basándose en experimentos en animales.