La mayoría de los especialistas serios continúan recomendando practicarla, pues existe evidencia que demuestra los beneficios médicos de la circuncisión: Los hombres que no han sido circuncidados tienen una secreción llamada esmegma, que sirve para proteger y lubricar el prepucio. Esta secreción blancuzca y viscosa está formada por sebo, sudor, células muertas de la piel y bacterias. Si no se limpia constante y correctamente se acumula entre el glande y el prepucio y es maloliente.