En principio, se podría elaborar una lista minuciosa de aquellas superheroínas del cómic que pueden formar parte de este elenco de voluptuosidad, pero dicha lista acabaría siendo abrumadora. Por ello, me limitaré a destacar, desde mi recuerdo, aquellas princesas de látex y cuero que de la mano de sus dibujantes, cambiaron, en cierta forma, los estándares de la mujer en el cómic de los últimos años.