Las patatas fritas, las tostadas que se queman un poco, el café, los cereales y también el típico 'socarrat' de la paella. Esos granos que se quedan adheridos a la sartén porque se han quemado y se vuelven negros. Hay auténticos fanáticos de esa parte de la paella. Su sabor es distinto. Es el arroz que se ha quemado y, por tanto, contiene acrilamida.