El Sistema Internacional de Monitorización (SIM) es la infraestructura encargada de vigilar las pruebas nucleares en todo el mundo. Esta infraestructura de 1.000 millones de dólares analiza terremotos, ondas hidroacústicas y partículas radiactivas. Tiene 282 estaciones de observación repartidas por todo el planeta. Los ensayos nucleares subterráneos, como el de Corea del Norte el pasado día de Reyes, se detectan gracias al estudio de los movimientos sísmicos que provocan.