“Si la ansiedad pudiera hablarte... Esto es lo que te diría: ¡HOLA! SOY LA ANSIEDAD Soy la ansiedad, no te asustes… No estoy aquí para hacerte daño, cada vez que llego a tu cuerpo, hago un relajo y te asusto, pero al final del día… no te he matado, no te has vuelto loco.