Un buen vino tinto afrutado pero no en exceso, algo de fruta —naranja, piel de naranja, limón— canela y hielo. Esto es lo único que necesitamos para hacer una buena sangría. Sin químicos, sin azúcares, sin "aromas" de fruta que no es fruta y sin agua, mucha agua. Casi todos nos iniciamos en el mundo del alcohol con esta bebida, pero la compramos. Y si puede ser barata, mejor.