Durante siglos, los arquitectos y los técnicos del imperio desarrollarían una vasta red de vías y carreteras terrestres que conectarían los cuatro rincones del imperio. Desde el muro de Adriano hasta Otranto; desde el corazón de Lisboa hasta Constantinopla. Las vías romanas tenían un propósito comunicativo, militar, económico y político. Por allí circulaban tropas imperiales en busca de revueltas que sofocar, emperadores con intereses políticos en tal o cual provincia, comerciantes necesitados de accesos rápidos y sencillos a ciudades portuari