La izquierda mundial suele ensalzar a Fidel Castro como el creador de una de las sociedades más igualitarias del mundo, la cubana. Esa parece ser una de las razones de que, desde Hollywood hasta Madrid o la ribera izquierda del Sena le hayan excusado siempre ciertos “excesos” como los fusilamientos, las casi vitalicias condenas de prisión a los que se salvaron del paredón, las UMAP, los actos de repudio y los miles de balseros autorizados a jugarse la vida en el mar en el verano de 1994.
Castro proclamó desde muy temprano la útopica meta de establecer en Cuba una sociedad igualitaria, y…