La próxima vez que hinques el tenedor en un filete de ternera, un buen bistec o una paletilla de oveja piensa que, tal vez, el trozo de carne que estás a punto de llevarte a la boca haya llegado a tu mesa tras una larga travesía oceánica. Eso es, por mar. A lo largo y ancho de los océanos se mueven buques cargados con contenedores de mercancías, petróleo, gas, automóviles, minerales, pesca… y ganado, incluidas vacas, ovejas, cabras y todo lo que necesitan para los viajes, como forraje.