Nuevas observaciones de Ceres llevadas a cabo con el instrumento HARPS, del Observatorio de La Silla, en Chile, han revelado una serie de cambios inesperados en las enigmáticas manchas brillantes que el planeta enano luce en varios puntos de su superficie. Ceres es el mayor de los cuerpos del Cinturón de Asteroides, un anillo de rocas de todos los tamaños que se encuentra entre Marte y Júpiter, y es, de hecho, el único objeto del cinturón que, con sus casi 1.000 km. de diámetro, merece el nombre de planeta enano. La sonda Dawn, de la NASA, lleva en la órbita de Ceres desde hace más de un año y ha elaborado ya detallados mapas de su superficie. Pero una de sus mayores sorpresas fue, precisamente, el descubrimiento de una serie de manchas muy brillantes y que son capaces de reflejar mucha más cantidad de luz que sus oscuros alrededores. La mayor de estas manchas luminosas se encuentra en el interior del cráter Occator y sugiere que Ceres podría ser un mundo mucho más activo que la inmensa mayoría de los asteroides que lo...