¿Ver o no ver el mundial de Qatar? Una decisión bastante irrelevante para el mundo

Se ha hablado mucho de si es éticamente correcto ver el mundial de Qatar. Por ejemplo, en este artículo de El País se reflexiona al respecto: nos cuentan que el régimen de Qatar viola los derechos humanos y que una opción que podemos realizar es boicotear el mundial para que la FIFA se dé cuenta y no vuelva a cometer el error de elegir una sede como esta. La otra que nos argumentan es que lo más importante es la crítica pública, ya sea entre los amigos, ya sea en los medios de comunicación.

Me centraré en la crítica de que la decisión final que tome un individuo es, en general, bastante irrelevante para el mundo. Me explico: la final del mundial de Rusia tuvo una audiencia de 517 millones de espectadores, la decisión de un individuo de manera aislada supone un "+1" o un "-1" en esa cifra final. Se podría decir: "bien, pero eso es si se analiza de manera aislada, si se ve de manera agregada, la decisión de muchos podría suponer miles, sino millones de espectadores". Este razonamiento, si bien es cierto, no está teniendo en cuenta que uno tan solo puede controlar su propia visualización, no puede controlar la de los demás. Quizás una posible excepción a esta idea podría ser si uno fuese el dueño de un bar; es decir, si este decide no emitir el mundial estaría condicionando a no verlo a varias decenas de personas. Si bien esto puede ser cierto, también puede ser cierto que, si esas personas entraron al bar con la idea de ver el partido y este no se emitió, probablemente migrasen a otro bar con la intención de verlo. Las personas que acudiesen al bar a tomar algo y no a ver el partido seguirían quedándose en él aunque no se emitiese. Por tanto, en última instancia, el dueño estaría controlando su acción, pero no la de los demás, ya que no tiene poder sobre ellos.

Otra excepción podría ser que el mundial no es solo un partido, sino varios; sin embargo, de nuevo, deberíamos tener en consideración nuestra visualización en cada partido (el +1) con el total de espectadores del mismo. ¿Sería relevante un +1 o un -1 a la cifra de 517 millones de espectadores de la final de Rusia 2018?

Por último, habría una tercera excepción: un padre o una madre que prohibiesen a sus hijos pequeños ver el partido. Esta sería una excepción válida ya que, podría darse el caso que a la madre no le gustase el fútbol pero a los hijos sí y el partido se viese en esa casa. Debido a que la madre prohíbe, entonces los hijos (salvo que lo vean por otros medios) no podrán ver el partido en el televisor de casa. En este caso podríamos restar un -3, -4... que si bien tienen más peso que un -1 tampoco serían cantidades con un gran poder (y eso en el que caso que el marido, la mujer, o los niños no lo viesen por otros medios).

Más allá de esta excepción, en general, tan solo tenemos poder sobre nuestras propias acciones, no podemos controlar las de los demás; por lo tanto, no ver el mundial no puede suponer prácticamente un rasguño a la FIFA o a los gerifaltes de turno o a Qatar; del mismo modo, ver el mundial no puede suponer enriquecer a la FIFA o a los gerifaltes o a Qatar de una manera perceptible.

Ahora bien, ¿significa eso que entonces cualquier cosa vale? No, en tanto en cuanto la acción tiene relevancia para uno. Es decir, la repercusión está para con uno mismo, no para con los demás. Si una persona, por motivos éticos, porque se sentiría mal, decide no ver el mundial, es perfectamente respetable y coherente con sus principios aunque sepa que eso no tendrá relevancia. Del mismo modo, si a una persona le gusta mucho el fútbol y tiene miedo de estar colaborando con algo malo, pero decide verlo, puede estar tranquilo sabiendo que su acción no es tan importante. Es más, si esa persona decide reunirse con unos amigos en un bar, tomar unas cervezas, y lo pasan genial viendo el partido, el bienestar subjetivo del que estarían gozando (incluso el bien objetivo que se le aporta al bar mediante consumiciones) podría estar compensando el mal (el +1 irrelevante) del que estaría colaborando. Y eso también tiene sentido para las personas.

Así que, tanto si decides ver el mundial como no verlo, cualquiera de las dos acciones que elijas no tendrá repercusión en el mundo, tan solo para ti mismo.