Qué mejor que estas fechas de eventos sociolaborales para hablar de uno de los dramas más enigmáticos y horrorosos de la historia de la criminología. Dinamarca, cenas de empresa y el true crime más frío que se puedan imaginar. Bienvenidos al caso FIX.
Este artículo se nutre del excelente trabajo del criminólogo sueco Leif G. W, Persson que ha sido plasmado en 3 capítulos de su programa Veckans Brott en los que se logra, por fin, poner algo de luz a un caso que derrumbó para siempre la fe de todo un país en sus instituciones. 13 muertos y 2 desaparecidos en un lapso de 4 años.
El 3 de diciembre de 1989, la empresa de caramelos FIX (112 empleados), situada en las afueras de la pequeña ciudad de Elsinor, anunciaba su primera cena de Navidad. En Dinamarca como en España, no es obligatorio acudir, pero ausentarse no está bien visto.
Dos días después de dicho anuncio, un informático de la sección de marketing llamado Preben Arnesen informaba de la muerte de su esposa y, como es natural, de la imposibilidad de su asistencia a la cena.
Era un matrimonio feliz con dos niños pequeños, un shock para una empresa pequeña.
La muerte de la mujer de Preben, Signe Svava, estuvo rodeada de un halo de misterio: un SAAB recién estrenado al que le fallan los frenos. Los peritos lo achacaron a un problema electrónico muy poco frecuente pero posible.
El shock se convierte en drama cuando, 4 días después del anuncio de la cena, Nanna Bruun, secretaria en FIX, anuncia la muerte de su marido, Morten, de 32 años, al caer desde su tejado mientras intentaba desatrancar las cañerías. Otra persona que no acudirá a la cena.
La cena de Navidad de FIX tiene lugar en un restaurante de las afueras de Elsinor, el Borgerkroen, que sigue abierto hoy día.
Actualmente, fanáticos de la criminología y los casos sin resolver de todo el mundo, siguen acudiendo a este restaurante. Si lo visitáis podréis ver una foto tomada en la cena de Navidad de 1989 de la empresa FIX. Algunos de ellos son protagonistas de esta historia (disculpad la calidad de la foto, pero es la única copia que hay en internet).
Henning Christophersen, nieto del fundador de FIX lleva 8 meses liderando la empresa tras la jubilación de su padre. En las investigaciones del periodista Leif G.W. Persson, la mujer del dueño de FIX habla de él como “un hombre bueno y talentoso”. Casi todos los empleados lo describen como: “autoritario”, “poco higiénico”, “con tendencia compulsiva a contar chistes verdes y desagradables”, e incluso algunos hablan de él como “un alcohólico crónico”. "El jefe que nadie quiere tener, el jefe típico", apostilla una empleada.
El año transcurre sin novedades, las dos muertes se cierran sin investigación alguna y todo se achaca a una doble causalidad. Llega el 3 de diciembre de 1990 y el presidente de FIX envía las invitaciones para la segunda cena de Navidad de la historia de la empresa. Este año añade una norma de etiqueta: habrá que ir disfrazado.
No transcurren 24 horas cuando se produce uno de los sucesos más extraños: Kasper Mentz, recepcionista y manitas general, con más de 20 años de antigüedad en la empresa, llega a casa del trabajo y se encuentra ahorcado a su gato en el jardín de la entrada. Profundamente afectado, anuncia que no acudirá a la cena.
Al día siguiente, domingo, Kasper recibe la llamada de su presidente que le recomienda que asista a la cena. “Le dije amablemente a Kasper que le vendría bien celebrar, disfrazarse y pasar un buen rato para olvidar la muerte del gato”. Tras media hora de conversación, Kasper le confirma su asistencia.
El lunes por la mañana, una vecina encuentra a Kasper ahorcado en el jardín. No hay nota de suicidio, pero sí algo que inaugura el cariz macabro y ridículo que caracterizará al caso FIX: Kasper lleva un disfraz de ciervo. Diríase que el suicida quiso mandar un mensaje. Pero, ¿a quién?
Su caso queda para siempre en la historia del True Crime escandinavo y aún hoy, siguen habiendo muchos cabos por atar. Hay uno que destaca sobre los demás: al entrar a casa de Kasper, la policía encuentra a su gato, vivo. ¿Por qué se inventó Kasper el ahorcamiento de su mascota que luego sí cometería sobre sí mismo?
Los acontecimientos comienzan a desencadenarse vertiginosamente. Dos días antes de la cena de empresa, la jefa de recursos humanos, Pernille Toft, mata accidentalmente a su marido, Conrad, en un accidente de caza.
La policía tiene serias sospechas de que el accidente no es tal y abre una investigación profunda y metódica bajo la presión de la prensa. Tras meses de pesquisas, no se logra encontrar indicio alguno que demuestre la intencionalidad de Pernille y esta es absuelta sin cargos.
Hablamos de 4 muertes en FIX durante un lapso muy corto de tiempo. La falta de transparencia con la que la policía lleva la investigación solo alimenta las teorías más delirantes de la prensa.
Se elucubra con la existencia de diversos triángulos amorosos fatales. Se culpa al presidente y su carácter histriónico y autoritario de llevar al límite a sus empleados. Incluso se llega a hablar de una secta satánica en FIX que realiza sus ritos en el sótano del restaurante.
La cena navideña se vuelve a celebrar en el Borgerkroen presidida por el presidente de FIX, Christophersen. Las críticas a que se siga adelante con esta tradición, tras la muerte de 4 personas, alcanzan el paroxismo cuando los invitados llegan disfrazados como pedía el presidente en las invitaciones.
Al entrar, Christophersen, provoca las iras de la sociedad danesa con unas declaraciones a la prensa aún más delirantes que el disfraz de maquinista con el que ha acudido a la cena: “echamos de menos a Pernille, pero estoy completamente seguro de que no se librará de la cena navideña que celebraremos el año que viene”.
Librarse de la cena”, unas palabras, como mínimo extrañas para referirse a una mujer que no puede acudir a una cena de empresa porque acaba de perder a su marido y está siendo investigada por la policía.
“Carnaval de la muerte”, ese es el titular que resumía la cena navideña de FIX en la portada del diario danés Ekstra Bladet, acompañada de la foto de un empleado entrando al restaurante disfrazado de gamba. La fotografía es censurada por el Ministerio de Interior.
Es la primera vez que esto sucede en Dinamarca. Su suplemento informa sobre el acto de censura que despierta toda la indignación de los medios. El diario inglés The Guardian dedica un editorial a este caso insólito de censura en Dinamarca.
Se acerca el invierno y los diarios se preguntan qué familiar de la empresa FIX morirá este año. El ambiente que rodea a la compañía es tan tenso como tétrico. Una semana antes del envío de las invitaciones a la cena, a finales de noviembre, ocurre algo que eleva a los altares del horror el caso FIX.
En el jardín del presidente y dueño de la empresa, el ya conocido Henning Christophersen, aparece un ciervo decapitado y a tres metros del animal, escrito con sangre del ciervo en el muro del garaje de su casa un mensaje con faltas de ortografía: “IKKE FLERE MIDAGE” (NO MÁS CENAS).
Como un sucedáneo nórdico de El Padrino, la cabeza del ciervo aparece colgada en el pomo de la puerta de Christophersen. No se encuentran huellas, solo dos balas en el cuerpo del ciervo. La policía averigua que el presidente siempre pide cabeza de ciervo asada en la cena de empresa.
Christophersen, lejos de sentirse coaccionado, envía, como siempre, las invitaciones para la cena de Navidad. Tres días después, Christine Huldman, operaria jefe de la fábrica, se cae por una escalera fracturándose las dos piernas y provocándose una lesión en la columna que la deja paralítica.
Christine permanecerá ingresada tres meses en el hospital por lo que no podrá asistir a la cena. Según el comisario Olof Bag: “Los sanitarios nos dijeron que al llegar a casa de la accidentada esta gritaba “No siento mis piernas”, con una extraña sonrisa de alivio y entre lágrimas de dolor. Jamás habían visto nada igual”.
Pero el punto álgido del caso FIX llega el 8 de diciembre de 1991 cuando, en la casa del subdirector de producción de FIX, Peder Lange, se produce una explosión de gas que acaba con la vida de su madre, sus suegros, su mujer, su cuñada y sus hijos. En la foto todos los fallecidos, con Peder a la derecha. 8 muertos.
Es la famosa "foto de Peder", fuente de delirantes teorías por parte de aficionados al True Crime desde hace 3 décadas. El jovencísimo Lars Von Trier inició un proyecto documental (Peders blik) sobre esta fotografía que acabó olvidado en los cajones de la televisión pública danesa.
La imagen fue tomada una semana antes de la explosión. Los suegros de Peder y la hermana de su mujer acababan de llegar de visita desde Odense. Se han hecho muchas elucubraciones sobre la mirada de Peder. El propio Iker Jímenez dedicó un programa en la SER (Milenio 3) a la famosa instantánea.
Las palabras de Peder al llamar al trabajo desde una cabina tras ver su hogar destruido por la explosión le condenan sin remisión de dudas: “Mi casa ha explotado, no podré asistir a la cena de Navidad de la empresa”.
La revista “True Crime” se convierte en la más vendida en Dinarmarca por su cobertura del caso FIX. Tras la explosión en la casa de Peder abre con esta portada: “Tivenes vaeste mord”:el peor asesinato de todos los tiempos. Sigue siendo el mayor asesinato de la historia de Dinamarca.
Tras 6 horas de interrogatorios, Peder, hijo de fontaneros, reconoce, entre lágrimas, haber provocado la explosión de gas mientras se ausentaba comprando azúcar glass para unas galletas que preparaba su mujer en el horno. El móvil nunca se llega a conocer porque Peder se ahorca en la celda de la comisaría con sus pantalones.
En la casa de campo de Peder, la policía encuentra un fusil de caza y munición que encajan con las dos balas extraídas del cuerpo del ciervo decapitado que apareció en el jardín del dueño de FIX.
Finalmente, un suceso cambiará el curso de la investigación: la noche antes de la cena, dos testigos ven a 3 encapuchados rociar con gasolina los bajos de madera del restaurante Borgerkroen y huir en una furgoneta. El restaurante se salva porque el fuego no prende, atenuado por el agua nieve y la escasez de viento.
El ministro de Interior danés ordena la prohibición de la cena ante el impacto mediático de un caso que se extiende a las portadas de los diarios suecos, y noruegos. Se destituye al comisario jefe de Elsinor, Olof Bag y se pone al mando al comisario Thomas Bag, conocido por resolver dos cadenas de asesinatos múltiples sucedidas en Copenhague en los 70 y 80.
El comisario recibe el difícil encargo de encontrar el móvil que relaciona los 12 asesinatos. Bag es consciente de que, tras años de una presión espantosa a cargo de la prensa, la moral de la policía de Elsinor es muy baja.
Bag decide tomar una serie de medidas para cohesionar al grupo. La primera es contratar a un psicólogo. La segunda es organizar una cena de Navidad, acto pionero en el cuerpo de policía de Elsinor.
Dos días después de anunciar dicha cena, el policía Ebbe Larsen, coge su coche patrulla, se dirige a una playa junto al castillo de Kronborg y se suicida en conectando una manguera al tubo de escape.
Un día después de la muerte de Larsen, el padre del detective Armin Arenholt, desaparece durante una ruta de senderismo en las cercanías del Lago Gurre. Armin claro, no podría asistir a la cena de empresa. La policía de Elsinor investiga este caso como un crimen, el cuerpo nunca aparecerá.
Antes de la celebración de la cena de Navidad convocada por el comisario Bag, un policía raso se dispara accidentalmente en la pierna y una inspectora, Helle Vermund, queda en coma tras la ingesta de un cóctel de barbitúricos y vodka. Otros dos que no acudirían a la cena de Navidad.
Tras un año de investigaciones, comienza el macrocaso en el tribunal de Elsinor, Justo 2 días antes de la celebración de la cena de Navidad, que por primera vez se celebra en los tribunales de la ciudad, el juez instructor, Morten Sorensen, desaparece. 30 años después, se sigue sin tener ni una sola pista de su paradero.
La desaparición del juez no impide que los preparativos del evento sigan adelante, pero, finalmente, esta primera cena de Navidad de la judicatura de Elsinor, que tendría lugar en el lujoso y centenario salón interior de los Tribunales, nunca llegará a celebrarse.
La noche anterior a la cena, la jueza sustituta del caso, Anna Elmund, provoca un incendio y el edificio de los tribunales, lleno de archivos, arde como ramas secas. Todos los informes, pruebas y sumarios del caso FIX se pierden. La juez pasará 4 años en la cárcel. Es la mayor eliminación de pruebas de la historia de Dinamarca. Pero, ¿qué sentido tenía que la jueza quisiese eliminar prueba alguna?
Pese a la eliminación de las pruebas, la emisión de los 3 programas televisivos del criminólogo Leif G. W. Persson han permitido atar muchos cabos del caso FIX, además de romper todos los récords de audiencia en Suecia y Dinamarca. El estreno del desenlace estaba previsto para el día 9 de diciembre en la televisión pública sueca (SVT1).
Pero el pasado domingo un suceso puso la guinda al caso FIX, 29 años después de su supuesta conclusión: la familia del periodista sueco denunciaba su desaparición. Persson no ha dejado nota alguna. Sobre la mesa, la policía ha encontrado una carta con el membrete de la SVT1, la televisión pública sueca en la que trabaja y emite Persson. En ella se puede leer, en sueco…
Herr Persson:
Vi är glada att bjuda in till den första julmiddagen i svensk offentlig TV.
Vänliga hälsningar.
Sr. Persson:
Nos complace invitarle a la primera cena de Navidad de la televisión pública sueca.
Saludos cordiales.