No creo que sea posible, pero me gustaría aportar un poco de sensatez a todo el absurdo debate que hay en torno a esta ley y a este tema en general.
Digo yo que las personas que se sienten incómodas con su cuerpo y que desean cambiarse de sexo, o de género, o como lo quieran expresar, estarán distribuidas de una manera más o menos homogénea, y que no son excepciones cuánticas. Son personas con un problema determinado.
No conozco el dato, pero tampoco será tan difícil saber si hay más personas nacidas hombre que se quieran volver mujeres,o más personas nacidas mujer que se quieran volver hombres.
Si la cifra es similar, o la diferencia es pequeña, podemos entender que todo va bien, y que el fenómeno se ajusta a una distribución normal, ligeramente sesgada hacia el lado que sea. Y ya está.
En cambio, si uno de los dos grupos es apreciablemente superior al otro, tenemos que entender que tras el asunto hay modas, intereses, o directamente fraude, ya sea previo o sobrevenido.
Si el grupo mayoritario que quiere cambiar su condición es el de las nacidas mujeres que quieren pasar a ser hombres, entonces habrá que entender, por ejemplo, que era cierto que los hombres cobran un salario superior por el mismo trabajo y muchas mujeres quieren aprovechar esta fisura para cobrar un salario mayor. Serí un intento pícaro y fraudulento de deshacer una injusticia anterior.
Si, por contra, el grupo mayoritario es el de los nacidos hombres que quieren pasar a ser mujeres, entonces habrá que entender que las mujeres tenían privilegios y desigualdades que esos hombres quieren aprovechar, como por ejemplo las marcas deportivas, los menores requisitos en las pruebas físicas de algunas oposiciones, o el trato de favor en los conflictos familiares. Sería, como en el caso anterior, un caso de conducta fraudulenta para equilibrar una estafa previa.
Insisto en que no conozco el dato, pero alguien lo conocerá y lo publicará, para que podamos hacernos una idea de lo que ocurre.
¿O se lo piensan callar?
Apuesto a que sí.