Si eres un pequeño (o mediano) agricultor, debes de cumplir una serie de requisitos para poder protestar "con dignidad y honor". Pero estos requisitos se convierten en verdaderos problemas y por eso, casi nadie los cumple en su totalidad, solo los grandes terratenientes del sector (¿o tampoco ellos?). Veamos si cumples con estos seis requisitos, y si no, corre arduo a regularizar tu situación, de lo contrario, la ruina será tu único destino, si es que no estás en la ruina ya, que eso sí que es un problemón.
PRIMERO: Registra la propiedad (paga).
No vale eso de tener las escrituras de las tierras a nombre del abuelo de tu esposa, ya fallecido desde hace años. Debes de contratar a un perito topógrafo para realizar la medición de la finca, actualizar los datos de coordenadas del Catastro y pagar las tasas en el Registro de la Propiedad. Si tienes varias parcelas, no vale con registrar una y endosar toda la producción del resto a ésta, hay que registrarlas todas (igual en la Notaría te hacen descuento por cantidad). Y registra los metros de riego que tienes en realidad, que eso de ponerlo todo de secano en Catastro y luego pagar la mínima cuota posible en la comunidad de regantes, no vale. Cuando tengas el terreno a tu nombre, pasa al siguiente requisito, si es que sobrevives a las disputas con las lindes y los vecinos, claro.
SEGUNDO: Darse de alta como autónomo agrícola (paga).
La tarifa actual consiste en pagar una cuota fija de 80 euros mensuales durante los primeros 12 meses de actividad, siempre y cuando no se haya sido autónomo en los dos años previos a la fecha de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos. Recuerda que puedes compaginar tu trabajo actual con el de autónomo agrícola y que no vale firmarle horas no trabajadas a la prima de tu cuñada para que tenga derecho al paro.
TERCERO: Contrata un perito agrícola (paga).
Pero a un perito con su titulación, no un comercial de venta de la Cooperativa del pueblo. Este profesional independiente estudiará cuál es la mejor elección para explotar tus tierras y lo más importante, tendrás una idea lo más cercana a la realidad en cuanto a producción estimada y coste de la explotación. Invertir en un perito agrícola es invertir en mejorar tu situación, no es tirar el dinero. Y mucho menos estarás obligado a seguir sus recomendaciones (hay muchos que pagan al perito y luego ni caso oiga), pero esa ya es tu decisión: si seguir las recomendaciones de un perito profesional o las de ese amigo de pueblo de al lado que lo lleva haciendo toda la vida así y le ha ido muy bien.
CUARTO: Firma un contrato de recogida.
¿Un contra... qué? Es una convención por la cual el empleador y trabajador se obligan recíprocamente, éste a prestar servicios personales, bajo dependencia y subordinación del primero y aquél a pagar por estos servicios una remuneración determinada. No vale eso de "voy a sembrar coles porque el año pasado estaban caras". Y no plantes hasta que tengas dicho contrato, que luego vienen los lloros de que nadie te paga el precio que cubre al menos los gastos de producción, porque amigo, ahora sí puedes hacer un contrato agrícola porque has ido cumpliendo los requisitos primero, segundo y tercero. ¡Enhorabuena!, se acabó eso de no saber ni cuándo ni a cómo te van a pagar los pimientos.
QUINTO: Mecaniza en lo posible la explotación (paga).
Eso de pagar mano de obra barata, sin contrato ni horario para ahorrar en costes de producción, se acabó. La mejor manera de ahorrar en costes y aumentar tus beneficios a largo plazo, es mecanizar cada uno de los procesos agrícolas, en la medida de lo posible. Sea en alquiler o en propiedad (prestada o propia) decide por evolucionar al siglo XXI. Y si el tipo de cultivo no permite una mecanización, ¡contrata agricultor! ¡Contrata por favor! No vale eso de darle 50€ como jornal a tu tío y sobrino en los días de más trabajo para llevar el tractor.
SEXTO: Contrata un seguro agrícola (paga).
Pero no cualquiera. Uno que sea legal y valga para luego cobrar una posible subvención. Léete la Guía del seguro agrario 2023 del Ministerio y si te enteras de algo, corre a por un seguro bueno, bonito y barato, pero no defraudes a la hora de solicitar una subvención, que nos conocemos.
Si has llegado al último paso y te sobra dinero para llenar el depósito del tractor, ya sabes, ahora sí, ¡sal y protesta con dignidad y honor!