"Las tetas del Monedero
y el culo del Errejón"
son la siguiente canción
de este triste vertedero
de cuarenta principales
donde nuestros animales
politicos más cabales
se meten en el marrón
de los delitos sexuales.
Sean o no sean criminales,
claro está, son gilipollas,
por ir paseando sus pollas
por públicos andurriales
mientras pedían al resto
con serio y ceñudo gesto
creer siempre a las vestales.
Las vírgenes no son tales
cuando te dan por el culo.
¿Lo entiendes ya, machirulo?
Pues queda una rima más:
cuando te creas a otra hermana,
espérate una semana
y luego ya me dirás.
Pero entre tanto espabila
y protege tu pilila
del odio de Fallarás.