EEUU y la UE han sancionado a la UE. Empiezan a notarse sus efectos en la inflación, como le ocurrió a Venezuela tras ser sancionada por no ajustarse a las directrices de Washington. En nuestro caso, las sanciones son indirectas, pero aun así se repiten los paros en distintas industrias y transportistas. La UE parece una economía abocada al desastre. Quizás tengan que venir a ayudarnos desde otros países para reencauzar nuestra economía y redemocratizarnos, ya que estamos abandonando los principios que nos caracterizan a pasos agigantados. Estamos a la espera de que Abascal se autoproclame Presidente interino de la UE y que pronto sus instituciones, así como las estadounidenses, lo reconozcan como tal.