El consejero de Presidencia y Hacienda murciano, Javier Celdrán, considera “populista” la subida del SMI a 950 euros por parte del gobierno de España y dice que “ya está perjudicando a la creación de empleo y especialmente al sector agrario de la región de Murcia” twitter.com/RosaRodaNews/status/1225428940317233153
Simultáneamente Testafer, el presidente autonómico murciano, se sube el sueldo 3000 euros porque su vicepresidenta de Ciudadanos cobraba más y le daba envidia. Pasa a tener un sueldo fijo de 75533 euros anuales (dietas y variables aparte). Todo el gobierno regional lo ha considerado plenamente razonable www.ondacero.es/emisoras/murcia/murcia/audios-podcast/informativos/pre
Y, a nivel nacional, Vox es el único partido estatal que no vota a favor de la subida de las pensiones y del sueldo de los funcionarios en el Congreso www.huffingtonpost.es/entry/el-congreso-aprueba-la-subida-de-las-pensi
¿Cómo puede entenderse que una panda de indocumentados, ninis y trileros que cobran sueldos astronómicos, consideren justificado subírselos aún más mientras rechazan que quien se parte el lomo de sol a sol no pase de 900 a 950 euros de salario? Creo que estos especímenes se dividen en dos grupos:
-Los que son conscientes de su sinvergonzonería y de la aberración que implica su opulencia puesta en conexión con las dificultades económicas de millones de españoles (en muchos casos con empleo, pero con salarios tan exiguos que no llegan a fin de mes). Hablamos de políticos que, como decía aquel cacique del PP, "hemos venido aquí para forrarnos". Saben que nos esquilman, nos explotan y a cambio se hacen de oro, pero les da igual porque no tienen moral alguna. Para ellos la política es el método de estafa más perfecto, porque te permite robar la cartera a los pardillos con la protección de las instituciones.
-Los que han llegado a un nivel de clasismo tan irracional que consideran justo cobrar 9000 al mes mientras un trabajador del campo cobra 900. Sinceramente se consideran una clase superior, creen que la sociedad debe dividirse en clases y que los individuos encuadrados en cada estamento tienen niveles de dignidad distintos, de forma que es lógico que un anciano de clase baja pase frío al lado de un brasero pero resultaría impensable que un "padre de la patria" no pudiese comer en el restaurante más lujoso de su ciudad todos los días.
Y digo lo de clasismo irracional porque el grueso de estos sujetos no son intelectuales ni grandes profesionales, sino débiles mentales como Testafer y Díaz Ayuso, o vividores sin oficio ni beneficio que no han cotizado un solo día de su vida como Abascal o Casado.
En cualquier caso, resulta obvio que no hay nada más nefasto para los ciudadanos que estar gobernados por una caterva que desprecia su bienestar, su dignidad y sus derechos más elementales del modo que acreditan las noticias anteriormente citadas. El primer requisito para ser un buen gobernante es entender lo que es el bien común y tener la intención de defenderlo. Y está claro que esta fauna se divide entre quienes no lo entienden y quienes, entendiéndolo, lo desprecian igual que el carterista que roba el bolso a un anciano desprecia a su víctima.