A lo largo de la historia, la Iglesia ha ido adaptando – cuando no le quedaba remedio – sus explicaciones a las realidades científicas. Hace tiempo la Biblia era literal, y por ejemplo Copérnico tuvo que retractarse de que la Tierra daba vueltas alrededor del Sol porque en la Biblia ponía que el Sol se detuvo y la Luna se paró para que Josué pudiera vengarse de sus enemigos , y las evidencias observables no podían anteponerse a la palabra de Dios.
Pero las evidencias al final se imponen. Con las observaciones de Galileo y la leyes de Kepler no había margen para negar lo que era evidente con modelos que ofrecían predicciones fiables, así que finalmente la Iglesia tuvo que aceptar el modelo heliocéntrico, sin renunciar a la “verdad de Dios” para otras cosas que aún no se habían demostrado científicamente.
Cuando Hubble observó por el corrimiento de la luz que la mayor parte de las galaxias se alejaban, un jesuita director del Observatorio del Vaticano, George Lemaitre dedujo – brillantemente, aunque que parezca obvio – que si se alejaban era porque antes habían estado más cerca, y la expansión tenía origen en un punto. Para la Iglesia era la demostración de la Creación, y para la ciencia es el origen de la Teoría del Big Bang (un nombre que puso en plan jocoso Fred Hoyle, que tenía una teoría alternativa).
En cualquier caso para la Iglesia hoy el Big Bang es el momento de la Creación por Dios, y no cree que deba investigarse más allá. Lejos han quedado los tiempos en que el mundo se creó en 7 días, el atardecer del 23 de Octubre del 4004 a.C. y los primeros humanos fueron Adán y Eva, cosa que aún mantienen los creacionistas.
Lo importante en todo esto es que el Big Bang es una teoría, y eso quiere decir que aunque las evidencias apunten a ello, no está demostrada, por lo tanto uno puede tener una teoría alternativa siempre que no la contradigan las observaciones. Puede haber sido Dios, o pueda haber sido una tortuga (serían teorías no científicas, e igualmente indemostrables), o por ejemplo Hoyle creía que el universo era estático y el corrimiento al rojo de la luz se producía por una especie “cansancio” que hacía que contra más lejos estuviera la fuente mayor fuera el corrimiento. Esta sería una teoría científica contrastable con observaciones y experimentos.
Pero este artículo, a pesar de la extensa introducción, no va sobre la Iglesia, va sobre algunas conspiraciones. Porque al fin y al cabo la Iglesia se acoge a mantener su verdad menguante a cosas que aún son teoría. Es un ejemplo de supervivencia por adaptación. La ciencia hoy no puede negar que Dios tuviera que ver con el Big Bang, aunque haya demostrado que ni el hombre, ni la Tierra, ni el Sol, ni nuestra galaxia son el centro de nada, y que en lugar de hace 6000 años la luz se creó hace 13,500 milllones.
Personalmente lo que me extraña es cuanta gente cree en conspiraciones que son fáciles de demostrar como falsas. Hablamos de la Tierra plana, los chemtrails, si el hombre llegó a la Luna, etc. Naturalmente creen porque deciden ignorar cualquier evidencia que les contradiga, al tiempo que aceptan cualquier “verdad” alternativa.
Una vez una persona (el contable de la empresa en la que trabajaba), me dijo que era mentira lo de que había sondas en Marte, porque si había vacío en el espacio nada podría desplazarse. No importaba lo que le dijera, e incluso para él los satélites de televisión en realidad estaban a pocos kilómetros sobre nuestras cabezas dentro de la atmósfera. Lo que más me asusta es que me lo dijera una persona con cierta preparación.
A estas personas les dices que la Tierra es esférica (no se me ocurrió preguntarle sobre el asunto al contable) y que puede observarse por cualquier satélite y te dicen que las imágenes son falsas, que “¿Cómo puedes saberlo si no has estado?”. Según este principio Nueva Zelanda podría no existir ya que aunque alguien me diga que la ha visitado podría mentirme. Y ante ellos hay poco que decir.
Lo que no sé es porqué no se montan sus teorías conspiranoicas sobre cosas que aún no se hayan demostrado y siguen siendo teorías.
Voy a poner un ejemplo : La Gravedad.
En un resumen muy rápido, la Teoría de la Relatividad nos dice que en realidad la gravedad no es sino una curvatura del espacio tiempo que se ve distorsionada por grandes masas (bueno, por todas las masas, aunque solo lo notamos con las grandes). Es una teoría. Otra teoría, más acorde con la Mecánica Cuántica, nos habla de la posibilidad de unas partículas , los gravitones, que no han sido descubiertos. Es otra teoría.
La Relatividad y la Cuántica son dos teorías que nos muestran dos aspectos de la física (una a nivel macro y otra micro). El gran reto de la Física es lograr una teoría unificada,
Sabemos que si vamos a la Luna pesamos menos que en la Tierra, y que nuestro peso (no nuestra masa) es diferente según el planeta al que vayamos. Lógicamente fuera de la Luna solo lo hemos comprado con sondas y robots en otros planetas, cometas y asteroides.
Bueno, pues ahí tenemos teorías , lo que deja espacio a que alguien plantee algo que no podamos negar. Si yo quisiera tener “mi secta” de creyentes formularía una teoría ahí, de forma que no podría contradecirse científicamente.
Vamos a probar : En realidad la gravedad son seres de otras dimensiones atemporales que nos atraen hacia el centro de masas de los cuerpos que habitan para alimentarse de nuestra energía. La energía que tenemos que reponer alimentándonos es la que ellos nos absorben (Comer es nuestra forma de luchar contra esa atracción, porque al morir acabamos desintegrándonos). Los objetos con masa son los portales a ese otro universo, e igual que en la vida hay multimillonarios y gente pobre, esos seres de otras dimensiones algunos ocupan agujeros negros y a los “pobres” les tocan los asteroides por eso todo tiene más o menos gravedad.
Si un día se descubre el gravitón no hay problema : Lo produce el haz del rayo tractor de esos seres.
No es que me haya matado elaborando mi teoría, pero ¿ Quién me demuestra que es falso? Pueden decirme que es una gilipollez, pero mientras no haya una explicación alternativa tampoco pueden demostrar que sea falsa.
Si las conspiraciones se basaran en este tipo de teorías el mundo sería más divertido y facilitarían el progreso de igual forma que lo ha hecho la Iglesia a través de los siglos, pues conforme la ciencia avanzara se demostraría su invalidez. La cuestión es si sabrían adaptar sus creencias a la evidencia, o preferían seguir negando lo evidente. Afortunadamente siempre habrá teorías !
En cambio conspiraciones ridículas en las que no se acepta ninguna prueba no nos llevan a nada.
Decía Woody que Buzz Lightyear no volaba, pero caía con estilo.