No nos engañemos, la gente vota a un partido u otro en función de dos variables: su nivel de riqueza y su nivel de ignorancia. Los resultados globales de las elecciones dependen de estas variables al 90% si soslayamos la influencia de la situación económica, que es mucho más importante de lo que se imagina. Por eso son tan impredecibles los resultados de las distintas elecciones. Pero el partido al que es afín una persona, sabida cuál es su riqueza y su ignorancia, es sencillo de averiguar. Si nos circunscribimos a la gente que vota y a los 5 grandes partidos, podemos hacer un pronóstico global aproximado.
Si dividimos la riqueza y la ignorancia en 5 niveles y asumimos que los 5 grandes partidos (UP, PSOE, Cs, PP y Vox) representan 5 niveles políticos (del 1 al 5), en principio el voto vendría determinado por la media aritmética de los niveles de riqueza e ignorancia.
Pero si bien un nivel ínfimo o extremo de ignorancia puede llevar a votar un partido o al del otro extremo, para un nivel altísimo de riqueza como mucho se puede votar a Ciudadanos pero no a un partido a su izquierda. Así que a la tabla anterior habría que sumarle la siguiente tabla correctora:
El resultado sería este:
Si traducimos los números, el pronóstico sería el siguiente:
Es decir, por ejemplo, alguien cuyo nivel de riqueza fuera 2 (bajo) y su nivel de ignorancia fuera 4 (alto) votará a PP o a Vox, más probablemente al primero. Si por el contrario, por ejemplo, su nivel de riqueza fuera 4 (alto) y su nivel de ignorancia 1 (muy bajo), votaría a PSOE o a Cs.
Evidentemente, no hay igual porcentaje de gente con un nivel u otro de riqueza o ignorancia. Por eso los partidos más presentes en las celdas de la tabla no son necesariamente los más votados.