Debido a los comentarios vertidos en la siguiente noticia (www.meneame.net/story/vox-pide-dimision-sanchez-ejercito-encargue-serv) me veo forzado a hacer una profunda reflexión con el objetivo de eliminar el copioso fango creado desde los medios de comunicación principales, los cuales configuran auténticos "relatos" para no dormir (o para mear y no echar gota, como diría un conocido) y que me provocan arcadas auténticamente amargas.
Lo primero y más inmediato: cualquiera que tenga una mínima memoria es capaz de recordar que es justamente lo mismo que hizo Rubalcaba con los controladores aéreos. El poder militar siempre está subordinado al poder político y se puede comprobar fácilmente si se examinan la configuración de los diferentes poderes configurados por cualquier democracia liberal (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, ... España) tal como Clausewitz estableció en su tratado sobre la guerra.
1. La sublima estupidez y el total infantilismo de la narrativa "militar" == "golpe de estado" == "malos malísimos sin corazón y sin motivos" la cual es muy difícil de digerir por cualquier persona que use mínimamente la razón. Tratar que personas medianamente inteligentes asuman esta falacia sin rechistar sentirá que la están haciendo comulgar con ruedas de molino imposibles de digerir.
Admitiendo humildemente que siendo de izquierdas y felizmente no siendo no gilipollas (o eso creo), pareciera que ambas aptitudes (el ser de izquierdas y el ser gilipollas) son mutuamente exclusivas. Esta impresión es consecuencia de asumir el mismo rol de un cura puritano repartiendo moralina barata; es decir, gracias a una falsa superioridad moral auto-arrogada. Pareciera que la gilipollez y la militancia en las izquierdas fueron algo excluyente en el pasado, aunque en estos nuevos tiempos parece que se nos fuerzan a asumir la tesis contraria.
2. Como auténtico "rojo" consciente de que la lucha armada no se puede descartar, tengo que decir que esta concepción militar que se presenta de "militares malos malosos" es tan absurda que es un auténtico insulto a los logros conseguidos durante la Gran Guerra Patriótica por el Ejército Rojo contra el imperialismo nazi del siglo pasado. Sólo sugerir algo remotamente parecido hubiera sido un billete directo pa 10 años en el gulag en el mejor de los casos (y en el peor un billete directo al frente en Stalingrado en pleno invierno).
3. Si creéis que los golpes de estado se dan con el ejército, es que no tenéis ni puta idea de cómo se da un golpe de estado. Menudos putos genios revolucionarios estáis hechos. No es de extrañar que no seáis capaces de detectar un auténtico golpe de estado aunque ocurra delante de vuestras narices o incluso si fuera transmitido en tiempo real, en vivo y en directo.
Para dar un golpe de estado lo que necesitas no son militares si no funcionarios. Sobretodo altos funcionarios (control del aparato de la burocracia), telefonistas (para control de comunicaciones; hoy en día serían community managers y twitteros) y los canales de televisión (control de la percepción de la realidad por la población).
Nadie se ha preguntado "Porqué nos quiere meter con calzador una copia mal adaptada de los planes y programas del Partido Demócrata"? Porqué auto-mágicamente debemos de asumir y tomar como nuestra la misma ideología abanderada por los Clinton y por Obama a lo largo y ancho del planeta mediante la acción imperial depredadora que todos conocemos. Parecería que para asumir esta tesis es necesario ser gilipollas para poder ser de izquierdas (o mejor dicho, de esta corriente de izquierdas imperialista yanki).
Algún voluntario que intente explicar razonadamente este giro neoliberal pro-yanki por el cual debemos de convertirnos en americanos demócratas en lugar de ser españoles rojeras (comunistas, anarquistas y enemigos del imperio realmente existente).
4. Es necesario leer a Malaparte para aprender la técnica de golpe de Estado de Trosky (entre otros). De esta manera se evitaría sostener la soplapollez de que los golpes de estado se hacen con militares, cuando la realidad es que la guerra se hace con militares; los golpes de Estado se hacen con funcionarios (que son quienes conocen la burocracia estatal y sus mecanismos, cosa que los militares desconocen).
5. Encuentro particularmente grave el hecho de que nadie se pare y levante la voz para dejar claro la evidente vacuidad del argumento principal de la narrativa, el cual roza el absurdo al ignorar la Historia como interpretación materialista de la dialéctica de clases (codeterminada por la dialéctica de imperios). Grave es también que nadie se haya cuestionado porqué ahora somos yankis del partido demócrata en lugar de españoles militantes en el PCE.
6. Si los medios no son capaces de generar relatos mínimamente coherentes que no usan la estupidez como elemento articulador principal, lo mejor es elegir otro tema diferente para el clivaje social que no sea tan simple, estúpido o infantil. Es necesario pararse delante de los panfletos y medios de comunicación (todos controlados por el capital transnacional — NO LO OLVIDÉIS) y dejarles claro que «No somos lo suficientemente gilipollas como para adherirnos a un relato tan, tan ... joder, si es que no es ni relato. Es un insulto a la inteligencia, coño.»
Que le jodan a los medios. Si sólo son capaces de actuar como voceros del capital transnacional es su puto problema. Ya les ajustaremos las cuentas en su debido momento.
Consejos que tener una visión realista (que no perspectiva ni relato) del mundo material realmente existente:
- El poder sale de la boca del fusil.
- La guerra es la partera de la Historia.
- La Paz perpetua Kantiana nunca fué y nunca será.
- Ignorad los panfletos que reproducen relatos simples y estúpidos.
Las consecuencias de perder a militantes de izquierdas medianamente inteligentes son más dañinas que las que se producen al no reproducir el relato (no se pierden militantes medianamente inteligentes). El remedio es mucho peor que la enfermedad. Con esto sólo se consigue espantar a quien tiene dos dedos de frente (que podría salir mal? :-P).
Nota histórica: Para quien no se haya enterado todavía, (o no se haya dado cuenta): el 23F fue la guinda de la CIA a la transición y aseguró que las fuerzas armadas no darían ningún problema cuando se dieran cuenta de la trampa: la democracia de mercado pletórico implica la subordinación geopolítica, económica y militar a las fuerzas de EEUU. Para el acabado se usaron falsas banderas terroristas para limar algunas asperezas y para meter en vereda a algunos militares que se resistían a la hegemonía cultural de las democracias liberales de mercado pletórico.
Refs:
[1] es.wikipedia.org/wiki/Curzio_Malaparte
[2] www.amazon.es/Técnicas-golpe-Estado-Curzio-Malaparte/dp/8434425