"Socialcomunismo", mineros vizcaínos y el estado

En estos tiempos en los que se confunde a un tibio socialdemócrata con coleta (o sin ella) con el comunismo, compensa preguntarse: Cual es la diferencia entre estas dos propuestas políticas?

Bien, la respuestas es compleja y no podemos abordarla a la ligera, pero es interesante estudiar , al menos, una de las diferencias: La posibilidad, o no, de reformar el estado burgués.

El estado moderno nace de las "cenizas" de la sociedad feudal con el objetivo de asegurar los intereses de la burguesía sobre el resto de clases y especialmente sobre la clase obrera. Aunque ahora esté más sofisticado y desarrollado, sigue teniendo, en esencia, la misma función

Esto se ve muy claramente en la historia de los mineros vascos y el nacimiento del movimiento obrero en Vizcaya Con la derrota carlista y la supresión de los fueros el "recién nacido" estado español regala la riqueza mineral vizcaína al capital extranjero.

Franceses, belgas e ingleses empiezan a explotar las minas de la zona de Vizcaya. Los artesanales mazos y ferrerías dan paso a los altos hornos, las líneas de ferrocarril conectan lugares renotos y las minas recién abiertas demandan cada vez más y más mano de obra.

Obreros venidos de toda Castilla eran hacinados en barriadas insalubres con jornadas de trabajo imposibles y en condiciones de semiesclavitud. Pequeños pueblos de la cuenca sin conexiones, servicios ni alcantarillado, experimentaron un crecimiento brutal.

Muchas veces las minas se abrian en lugares en los que no había nada, y la propia empresa levantaba los barracones y las cantinas que proveian a los trabajadores de alimentos.

Aprovechaban esta situación de monopolio para poner los precios por las nubes de tal forma que había ocasiones en las que los mineros no llegaban a cobrar ningún salario pues todo se lo "cobraba" la empresa en manutención y alojamiento.

Las condiciones de trabajo eran penosas y las de vida peores. El que no moría en la mina, moría en el barracon por una gripe cualquiera o una herida infectada. Lejos de su familia, sin posibilidad de volver al pueblo, malnutridos...

Estas condiciones miserables empujaron a los mineros a organizarse y luchar por sus derechos. Los primeros propagandistas socialistas a pesar de ser duramente perseguidos por el gobierno y la patronal consiguieron que hubiera un "centro obrero" en cada asentamiento minero.

Y así llegamos a las primeras huelgas generales en Vizcaya, protagonizadas por los mineros y apoyadas por los obreros fabriles del resto de la provincia. Para el que le interese aquí se explica ojs.ehu.eus/index.php/HC/article/download/19258/17360.

Los objetivos de la huelga eran muy modestos, entre otros: - Garantizar el pago semanal del salario - Permitir a los mineros comprar los alimentos donde quisieran y no solo en las cantinas de la empresa - Permitir el asociacionismo obrero (que estaba perseguido y prohibido).

La burguesía internacional no iba a permitir de ningún modo que la huelga triunfase, no solo por no ceder a las pretensiones de los mineros sino también para evitar que cundiera el ejemplo

Matones contratados por la patronal persiguieron y asesinaron a los obreros más combativos, amenazaron a las familias de los sindicalistas, intentaron dividir y sobornar a parte de la plantilla...

Viendo que todas estas guarradas fracasaban la patronal jugó una última carta, contratar campesinos castellanos para, al menos, aprovechar las utimas semanas de buen tiempo y mover el mineral que ya se había extraído para embarcarlo rumbo a Europa

Los pueblos de la cuenca se pusieron en pie de guerra, tras semanas de huelga no iban a permitir que unos esquiroles echaran por tierra sus reivindicaciones. El mismo día en que llegaron los esquiroles vinieron escoltados por el ejército español y la guardia civil.

A pesar de ello los mineros y sus familias lucharon a base de palos, piedras y dinamita; espantaron a los esquiroles y consiguieron que el gobierno enviase a un general para dialogar con la patronal que terminó por reconocer todas reivindicaciones de los huelguistas.

El ejercito, la policía y la burocracia del estado existen por y para defender los intereses de la patronal. El estado no es un árbitro neutral entre las clases, es una herramienta de la clase opresora para garantizar su poder y su sistema social.

Por esto mismo el estado es irreformable, no puedes utilizar un destornillador para clavar clavos