No es que lleve mucho en Menéame, pero no me tengo por mal observador del todo y algo he aprendido sobre el funcionamiento del sitio (y de paso, sobre la naturaleza humana) en estos últimos tiempos. A pesar de la visceralidad manifiesta de muchos comentarios, aquí se reúne gente de todas las ideologías para debatir y aprender los unos de los otros, hay tipos realmente brillantes y el nivel del debate es, en general muy alto, al menos si lo comparamos con la mayoría de otros grandes foros en español. Sí, la ideología predominante del sitio es muy marcada, no hay más que ver el tipo de noticias políticas que sube todos los días a portada, pero no tengo nada que objetar al respecto: me gusta escuchar a gente apasionada, y en todo caso peor, mucho peor sería que el foro estuviese tomado por LOS OTROS. Eso SÍ que sería inaguantable.
Ahora bien, respecto al funcionamiento del gallinero en que nos encontramos, es obvio que tampoco es oro todo lo que reluce. Primero tenemos el asuntillo ese de los insultos, que aquí, en teoría, no se permiten. Digo en teoría porque a veces, claro, se pasa la manita con alguno; a fin de cuentas los administradores también son humanos, las simpatías cuentan y no es lo mismo llamar nazi a un tipo de tu misma cuerda ideológica que hacer lo propio con alguien que no lo es, qué diantre.
Pero seamos serios, conviene no exagerar: la realidad es que los insultos -tanto los buenos como los malos insultos- no abundan en este espacio y gracias a eso el ambiente del debate, aunque suele transcurrir entre cauces impetuosos, pocas veces llega a resultar irrespirable. Hay un acuerdo tácito acerca de que los insultos, como las faltas de ortografía o el magufismo, degradan este lugar, y los que no veníamos con esa idea de fábrica solemos asimilarla a base de hostias (léase tras un par de strikes por comentarios salidos de tono). Yo me he comido tres de esos, los tres la mar de bien puestos, por cierto.
Seguimos. Tenemos después los fanatismos de uno y otro lado que, debo reconocerlo, es lo que llevo peor. Gente que vota sistemáticamente negativo a los comentarios de otros usuarios, no por lo que digan, sino por quién los dice; gente que puede llevar años en este antro pero que sigue votando negativo a ciertos comentarios que no violan ninguna norma, solo por estar en desacuerdo con ellos; gente que reporta a otros usuarios simplemente porque no le gusta lo que dicen; gente, en definitiva, banal y de pocas luces, con un florido argumentario que se puede resumir en esto:
-Si no eres feminista, eres machista.
-Si no eres de Podemos, eres de VOX (ojo, que esta también funciona al revés, lo que pasa es que abiertos voxemitas, por suerte, hay pocos por aquí)
-Si no eres nacionalista catalán, eres nacionalista español. (Idem)
-Si no estás a tope con Greta, estás a favor de la destrucción del mundo.
-Si no eres fan de la LIVG estás a favor del asesinato de mujeres.
-Si no eres de Público.es, eres de OK Diario.
Y en general,
-Si no eres de los míos estás contra mí.
Hay que reconocer que este tipo de trolacos -no son pocos- son fastidiosos. Te hacen perder tiempo, son absolutamente predecibles (no hay más que echarle un vistazo a las cuentas de twiter de sus intelectuales de referencia -los Gerardotecés, Protestonas, Ortega Smiths y Monasterios de turno- para predecir con certeza absoluta y precisión suiza su opinión sobre el tema del momento); nunca, absolutamente nunca, te van a aportar nada (porque lo suyo no es la argumentación, sino el cacareo de consignas y el seguidismo puro y duro); y lo único que aportan al sitio es tensión, infantilismo y hastío. Afortunadamente hay un antídoto naranja y rectangular la mar de eficaz contra ellos: el ignore hace maravillas y nunca me cansaré de recomendarlo para estos casos.
Así pues, que pululen este tipo de usuarios a lo largo y ancho del foro no debería ser un problema para los usuarios normales, pues son fácilmente desactivables. El problema es cuando uno de ellos, además de usuario, posee también los botones de poder o se le promueve a administrador del sitio, eso sí que es un peligro. Hace unos días recibí un strike en un envío relacionado, como no, con el asunto Arandina, un tema polarizado desde el principio merced a la incombustible labor del cibervoluntariado, y que para algunos lumbreras del tipo que acabo de describir se resume poco más o menos que así:
-Si no estás de acuerdo con el 100% de la sentencia, eres un defensor de violadores.
Sin ánimo de entrar en harina, que el tema no es el objeto de este artículo, yo soy de esa mitad de meneantes que defiende que los acusados son culpables del delito de haber tenido sexo con una menor y que están bien en la cárcel, pero que cuestiona la gravedad de la condena. En concreto, que tiene dudas razonables acerca de que las relaciones sexuales que han tenido lugar entre la víctima y los acusados hayan sido forzadas, uno de los fundamentos de la severidad de la condena. Mis razones son estas:
"A ver, que esto ya cansa. Una persona que ha sido violada:
-No acude un día a la casa de sus tres violadores, y al día siguiente les vuelve a llamar para repetir.
-No se acuesta con otro hombre voluntariamente justo después de haber sido violada en grupo, en la habitación de al lado.
-No apunta los nombres de sus violadores en una carpeta de su móvil que se llama "mis líos"
-No se va pavoneando ante sus amigas de haber sido violada.
-No le dice a su mejor amiga que "se folló" a uno de sus violadores y a otra que volvería a hacerlo porque le parece muy guapo.
-No le manda a otra amiga el vídeo que ha grabado con sus violadores y le dice que tiene intención de seguir quedando con ellos.
-No le cuenta a una de sus psicólogas que la relación sexual fue consentida.
-No dice que se va a inventar lo que sea."
Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con lo ahí expuesto, se puede discutir punto por punto, puede incluso parecer la idiotez más grande del mundo, pero de lo que no cabe duda es de que en el comentario no hay insulto alguno, incitación al odio o nada que se le parezca, y por más que leo y releo las condiciones de uso tampoco veo que viole ninguna de las demás reglas del sitio.
Pues bien, ese comentario me ha valido un strike como la copa de un pino, dos días sin participar y un porrón de puntos de karma. ¿El argumento para el strike? Contenido inapropiado. Huelga decir que los días de "castigo" sin participar y los puntos de karma me la sudan, lo importante es que el aviso quede claro: sí amigos, cuestionar ARGUMENTADAMENTE y SIN FALTAR AL RESPETO A NADIE ciertas sentencias es algo que, por lo visto, no se permite en Menéame. Y ahora, que alguien me explique, por favor: si debatir y confrontar ideas no es el objetivo de todo esto, si hay cosas de las que no se puede hablar, dogmas que no se deben mencionar...what's the point?
Se dice que Menéame es un juego, y es verdad. Un juego de bandos en el que la ceguera ideológica que nos afecta en mayor o menor medida a todos es un elemento consustancial y se acepta como parte del mismo. Pero cuando uno tiene la sensación de que esa ceguera ideológica ya no es sólo cosa de los usuarios, sino que se torna en arma arrojadiza para que ciertos admins decidan a golpe de strike sobre qué podemos o no hablar, qué tenemos que decir y cómo debemos pensar; cuando uno adquiere constancia de que no hay reglas objetivas que regulen la dinámica del sitio, sino que todo depende de la arbitrariedad del admin de turno y de su capricho del momento; cuando uno tiene, en definitiva, la certeza de estar jugando siempre con los árbitros comprados, entonces, disculpen, pero el juego deja de tener gracia.
Que igual es lo que está pasando, oigan...