Lo malo de la edad es que, a partir de cierto momento, empiezas a pensar que las explicaciones sencillas son probablemente falsas, y las complicadas, mentiras. El matiz es importante, y ahí se queda uno, en medio de las preguntas sin responder y de los indicios de que algo no marcha bien en ese reloj que ha dado trece campanadas. Porque eso es lo que acaba de hacer nuestro Presidente del Gobierno: dar trece campanadas. En su carta, dice estar harto de los ataques infundados de la derecha y la extrema derecha, y que ante los ataques a su esposa, de la que está …