En la agencia de medios de Mediaset el precio de los anuncios durante los especiales de Rociiito se ha incrementado un 60%. Decía Sampedro que una de las grandes aberraciones del capitalismo es la de convertir los dramas en negocio.
Mediaset está sacando tajada del maltrato de Rociito hasta extremos indecentes. Cómo lo está haciendo ella. Uno de los peores males de esta sociedad convertido en entretenimiento y chascarrillo. Es nauseabundo.
Creo que Fran Lebowitz lo explicó muy bien en entrevista al NY Times:
"Respecto al movimiento #MeToo al que apoyo, debo decirte que hay algo que me preocupa enormemente. Este movimiento nace porque las estrellas de cine deciden hablar. Resulta abominable pensar que un problema que lleva existiendo desde que habitamos el planeta, solo coja fuerza y sentido cuando celebridades se atreven a dar el paso y denunciar. Estados Unidos tiene un problema muy grave porque ya hemos llegado a un punto en que las necesidades más importantes, la reclamación derechos más esenciales, solo tienen éxito si se envuelven de glamour, si se les perfuma con el aroma del éxito, si se marketinizan. Y eso, sinceramente, me preocupa aún más que la misoginia y el machismo porque revela que la gente solo es capaz de empatizar a través de la admiración y no por un sentido de solidaridad con un igual".
Descubrir una realidad que existe en nuestro país desde tiempos inmemoriales gracias a Rociito no es una buena noticia. De hecho es todo lo contrario. España tiene un problema cultural y educativo tan grande como vergonzoso.