El presidente de Andalucia, del PP, convoca las elecciones autonómicas y sobreviene una ola de calor asfixiante en plena primavera.
El calor se convierte en el problema mas acuciante y cotidiano de los andaluces, (todos los partidos dicen y repiten hasta la saciedad que hay que tratar de los problemas reales de la gente, y cual lo puede ser mas que sudar la gota gorda todo el día).
La ola de calor es una consecuencia del cambio climático y este es causado por la acción del ser humano poco respetuosa con la naturaleza, hay un consenso generalizado entre los científicos que esto irá a mas y afectara muy especialmente al sur de España.
Y ¿ que partido se caracteriza por negar el cambio climático y promover políticas poco respetuosas con el medio ambiente?
Pues, sin ninguna duda, el PP, acordémonos del presidente Rajoy diciendo que si no se podía saber el tiempo que haría el fin de semana siguiente menos se podría saber el que haría de aquí a unos años; un partido que está detrás de los trasvases, del desastre del Mar Menor, de Doñana y de innumerables proyectos de construcción en parajes naturales, un partido, en suma, antiecologista.
Ya es mala suerte, o mejor dicho, ya debería ser mala suerte, porque el PP ha ganado las elecciones con mayoría absoluta y los ecologistas que iban en coalición han tenido unos resultados ínfimos.
La conclusión que saco de todo esto es que no son determinantes las circunstancias objetivas a la hora de votar para la mayoría de la gente sino la percepción de la realidad que crean cada día los intermediarios entre la realidad y los ciudadanos, vamos que si los medios de comunicación hubiesen estado diciendo y repitiendo que el sufrimiento ocasionado por el calor extremo tiene como causa las políticas de los que han gobernado el mundo tantos años, entre ellos el PP, la opinión de la gente sería muy diferente.