Antes que nada, espero que me permitais la licencia literaria o poética, ya que esto es una reflexión, más que un artículo de opinión, o una noticia.
Moira Cameron es una Yeoman Warder. De hecho es la primera mujer Yeoman Warder desde que se fundó el cuerpo en 1485. Vive en la Torre de Londres, junto con casi 50 personas más, y su función como guardiana , a parte de proteger las celebérrimas Joyas de la Corona, es atender a los visitantes y hacer que todo el mundo se sienta a gusto.
Estuve un rato observando a Moira y la relación que tenía con éste cuervo, uno de los 6 que habitan permanentmente la Torre de Londres, manteniendo una leyenda del S. XVII según la cual mientras habiten cuervos en la Torre, el imperio británico perdurará.
Después de tomar varias fotos (entre las que se encuentra la que encabeza el artículo) me acerqué a hablar con ella y me explicó que éste cuervo estaba marginado y acosado por el cuervo alfa hembra, puesto que no había encontrado pareja. Se notaba que le tenía especial cariño y de alguna forma (aunque ella no es la encargada oficial de cuidar los cuervos) tenía una conexión especial con él.
Moira no debió tenerlo fácil, tanto por estar 22 años en el ejército británico en puestos de responsabilidad (condición indispensable para entrar en el cuerpo de Yeoman Warders) cómo por acceder al puesto, siendo la primera mujer en la historia de la institución que lo consiguió, en 2007, hace 10 años.
En 2009, denunció a 3 compañeros Yeoman Warders por mobbing, y se suspendió a 2 ellos, quedando el tercero absuelto por falta de pruebas.
Al despedirme de ella, y comentarle que desconocía que los cuervos alfa fueran hembras, me respondió:
-Las mujeres siempre llevan la voz cantante, aunque muchas veces no lo parezca.
Cuando llegué a casa y leí la historia de esta mujer, entendí lo que significaba el cuervo, y su vida.
Fue entonces cuando una simple fotografía se convirtió en una historia, y es por este motivo, que hoy la comparto con vosotros, meneantes.
Gracias por leer ;)