He salido a dar una vuelta en bici por el campo, he visto en parajes desiertos a paseantes solitarios llevando la mascarilla, lo cual no solo es absurdo también es ridículo, y solo acierto a explicarlo por el miedo a la represión.
Puede tener una razón llevar la mascarilla ante la cercania con otras personas y en lugares cerrados (como hace poco han decretado en Inglaterra), pero todo lo demás es un exceso.
El comienzo de esta situación cabe situarlo en Cataluña al comienzo del estado de alarma, cuando el gobierno central asumió competencias propias de la generalitat catalana.
Los independentistas en el gobierno se lo tomaron muy a mal, no solo no habian conseguido la independencia prometida sino que veian mermados sus poderes como si de un nuevo 155 se les aplicara.
Ante esto hicieron una gestión de la pandemia en contra del gobierno central. Programaron larguisimas ruedas de prensa a la misma hora que lo hacian en Madrid en las que se dedicaron a mandar el mensaje que eran unos incompetentes y que una Cataluña independiente haría una mucho mejor gestion con la consecuente disminución del número de muertos por el virus. Todo lo que hacia el gobierno central era insuficiente y exigían mas control social, mas policía, obligatoriedad de los guantes y de la mascarilla (siempre culpabilizando al ciudadano también para disimular sus grandes negligencias como la gestión de las residencias).
Es un método inteligente porque si las cosas van mal siempre puedes decir que ya lo habíamos advertido y la culpa es suya por no hacernos caso, y si las cosas van bien pues mejor para todos y nadie se acordará de ninguna deslealdad.
España ha sido el país con mas grandes restricciones de la libertad individual y no por razones sanitarias sino por conveniencia de los partidos políticos, la escalada represiva se ha convertido en la panacea universal para no ser acusado de blando e inactivo ante la pandemia, y ahora cualquier ocurrencia que se le ocurra a cualquier mindundi con alguna autoridad se convierte rápidamente en norma de obligado cumplimiento para todos como lo de prohibir fumar en las terrazas.
Todo esto es bueno para los partidos, para los independentistas que quedan bien con sus partidarios y para los socialistas que están consiguiendo dejar a los podemitas con unas perspectivas de votos cada vez mas exiguas, pero es muy malo para encauzar una pandemia que parece que sera larga en el tiempo.
Las medidas excesivas provocan reacciones de rebeldía en los individuos que las sufren por ello en los ámbitos que no puede controlar la policía la gente no toma precauciones lo que provoca mas situaciones de posible contagio.
Ahora las autoridades piden responsabilidad, pero esta es dificil conseguirla de quienes has tratado con inusitada dureza, es dificil que los mas de millon y medio de individuos multados se avengan de buena gana a colaborar con los que los que los han tratado de criminales.
No es buena idea imponer de malas maneras lo que luego tendrás que pedir.