No hay una receta para hacer un queso de calidad. Es un arte y como tal, tienes que conocer cada momento de la elaboración y actuar según lo pida la cuajada. A veces requiere de algo más de calor, en otras ocasiones un desuerado más leve, otras el queso te pide ser fresco, semicurado o curado. Éste último es el más difícil de llevar a cabo. Requiere de un proceso al que vas sumando sabores. Al principio un suave amargor, después el amargo se convierte en un sabor a caseína curada (sabor a queso fuerte, pastoso, que se deshace en la boca con sabor a calidad y que se te va a la nariz) al final el hongo el Penicilium, como último aroma con todo su poder y frescura te llena la boca de sabores y te das cuenta de que estás disfrutando de un manjar.
Es difícil encontrar quesos de esta calidad, pero si te pones, estudias y practicas, harás los tuyos propios exquisitos y no tendrán nada que ver con lo que puedas comprar en la mejor tienda de quesos. Ánimo.