El pasado fin de semana Anthony Blinken, secretario de estado de los EEUU, viajó a Polonia para tratar de convencerla de que prestara aviones a Ucrania. No es un diplomático de segunda fila, sino una figura de primer nivel. El martes de la semana pasada Polonia ya había rechazado tal cosa aduciendo que eso incrementaría el riesgo de que la OTAN se viera envuelta en la guerra, según las advertencias de Rusia.
Al poco tiempo, pudimos leer la siguiente noticia (nótese que enlazo un medio de ultraderecha para que los sectarios puedan creer mis palabras):
Estados Unidos aprueba el envío de cazas de combate desde Polonia a Ucrania
Efectivamente, EEUU había declarado que Polonia tenía luz verde para entregar sus aviones MiG y Su a Ucrania y que a cambio le daría aviones F16. Solo hacía falta su aprobación.
Pocas horas después, Rusia volvió a repetir sus advertencias:
Rusia advierte que los países que acojan aviones de combate ucranianos entrarán en el conflicto
Y al poco tiempo:
Polonia asegura que no enviará aviones a Ucrania ni pondrá a disposición sus aeropuertos
Conclusión: a EEUU no le preocupaba mucho meter a los países europeos de la OTAN en una escalada bélica muchísimo mayor. Suerte que Polonia ha tenido los pies en el suelo. Sin duda, EEUU quiere lo mejor para Europa.
Bonus track:
Zelensky: "Con respecto a la OTAN, he perdido el interés en este tema" [ENG]
Zelensky empieza a darse cuenta de que ha sido azuzado y engañado por EEUU desde el principio.