La dictadura de la felicidad

¨Todo va a salir bien¨ se ha convertido en el lema español de la pandemia. Algo difícil de asimilar y tomar en serio teniendo en cuenta que en breve superaremos las 16.000 muertes (serán muchas más), que llevamos más de 150.000 contagiados y que la crisis económica que se avecina será de proporciones bíblicas. No, imposible que vaya a salir bien porque ya ha salido mal. Pretender vender lo contrario es ponerse una venda en los ojos y adoptar una sonrisa falsa.

Y si esa frase era el lema, también tenemos canción. Es muy complicado escapar del que ya podemos considerar como himno oficial del confinamiento. Ese ¨Resistiré¨ que diferentes artistas han versionado para que se escuche en todas partes.

Una canción que aun siendo una oda a la fuerza interna de resistir lo que se nos venga encima, termina resultando cansina y rancia cuando pretenden utilizarla como fuerza común de los españoles. Unos españoles que estamos aguantando mucho. Que vamos a perder (mínimo) dos meses de nuestras vidas por algo que, según los expertos en la materia, se podría haber evitado implantando medidas y restricciones mucho antes.

A mí no me engañan. Esto no es una oportunidad de crecimiento ni una ocasión de conocernos mejor a nosotros mismos. Afortunadamente, todo eso lo llevo a cabo en mi vida cotidiana, pero ya no estamos en la vida cotidiana. Este confinamiento solo tiene un nombre: putada. Estamos viviendo una putada. Todos. Unos en mayor medida y otros en menos porque claro, esta situación no es igual vivirla sanos que enfermos, ni en un chalet con piscina y jardín que en un estudio de 50 metros cuadrados.

Entiendo perfectamente que dadas las circunstancias, quedarse en casa es la única forma de evitar la propagación del virus. Pero es jodido de cojones. Hay que reconocerlo y no hacer una campaña de marketing para que vivamos esta cuarentena como si fuera la experiencia que va a cambiar nuestras vidas.

Pero la concepción moderna de la felicidad impuesta de forma permanente vuelve a aparecer incluso aquí. Haz ejercicio para estar en buena forma. Ve películas/series para entretenerte. Lee novelas para cultivar la mente. Haz, haz, haz…Haz todo eso para alcanzar la felicidad. ¡No! Es imposible alcanzar la felicidad si no puedo dar un paseo. Si no puedo visitar a mi pareja. Si no puedo ir tranquilo a comprar o a tirar la basura.

Esto es una putada en mayúsculas y cuando antes nos demos cuenta, mejor.